Yasuke, el samurái africano

Su historia es absolutamente desconocida en occidente pero en Japón fascina a todas las generaciones, como lo demuestran las decenas de mangas y videojuegos que el personaje ha inspirado en los últimos años.
Fuente: Ecos de Asia - 2018-04-18
Yasuke, de orígenes desconocidos, es el primer samurái no japonés que se conoce. Según las fuentes históricas, se sabe que era un esclavo propiedad de los jesuitas, que llegó a Japón en 1581 acompañando a Alessandro Valignano (1539-1606), jefe de la orden jesuítica que en esa época estaba realizando una misión evangelizadora muy activa en tierras niponas. La llegada de un africano a la ciudad causó gran impresión entre el pueblo japonés, que lo recibió con extrañeza, insultos y miedo. Tal alboroto provocó que el señor feudal que tenía la mayor parte de Japón bajo su dominio en esa época, Oda Nobunaga (1534-1582), fue en persona a ver la causa de la conmoción. Tras comprobar que el color de la piel del esclavo era natural, decidió tomarlo bajo su mando. En “La Crónica de Nobunaga”, el cronista Ôta Gyûichi dice de él: “Tenía negro todo el cuerpo, como un buey, parecía robusto y de buen carácter. Lo que es más, su formidable fuerza superaba la de diez hombres”.

Según el propio Gyûichi, los jesuitas regalaron Yasuke a Nobunaga para mostrar su buena voluntad. La teoría popular dice, sin embargo, que Nobunaga no empleó a Yasuke como esclavo, sino que lo hizo vasallo suyo. Esto se encuentra apoyado en parte por otra mención a Yasuke en las fuentes históricas cuando se habla de lo que ocurrió tras el Incidente de Honnôji, en el que Akechi Mitsuhide (1528-1582) asesinó a su maestro Nobunaga. Según se cuenta, Akechi le quitó la catana a Yasuke (si poseía tal objeto, difícilmente debía de ser un esclavo) y no lo mató por considerarlo un animal y no una persona, que además no sabía nada de Japón. También hay que recordar que, si bien existía la servidumbre en Japón, no existía la esclavitud, por lo que el papel de Yasuke en el ejército de Nobunaga, aunque poco claro, no era el de esclavo.

No se sabe qué hizo Yasuke tras la muerte de su señor. Las teorías populares dicen que volvió a su país, o que regresó junto a los jesuitas o incluso que se quedó en Japón sirviendo a algún otro daimyô.

La historia de Yasuke aparece desde en cuentos infantiles (el cuento japonés de los años setenta titulado “Kurosuke”) hasta en películas (a principios de 2017 se anunció que Hollywood iba a hacer una nueva adaptación al cine de su historia).
En “La Crónica de Nobunaga”, el cronista Ôta Gyûichi dice de él: “Tenía negro todo el cuerpo, como un buey, parecía robusto y de buen carácter. Lo que es más, su formidable fuerza superaba la de diez hombres”.
Apariciones en mangas

El primer manga en el que aparece Yasuke (y también el más conocido) es “Afro Samurai”, de Okazaki Takashi, que sigue a Afro en su viaje para vengarse del asesino de su padre. Sin embargo, aparte del hecho de que el protagonista es un samurái de color, este manga no comparte ninguna otra relación con los hechos históricos.

El manga “Hyôge Mono”, ganador del Premio a la Excelencia en el Festival Japonés de Artes Audiovisuales y del Gran Premio en los Premios Osamu Tezuka de 2010, sigue la historia de Furuta Sasuke, vasallo de Oda Nobunaga, un hombre obsesionado con la ceremonia del té hasta el punto de perder su alma. Yasuke, vestido con ropas de estilo portugués, aparece en este manga de personaje secundario, como vasallo de Nobunaga que le sirve hasta su muerte.

En 2009 empezó a publicarse el manga “Nobunaga Concerto” (adaptado también a una serie de televisión y a una película). En este manga se sigue a Saburô, un chico de hoy día que se ve trasladado de repente al periodo Sengoku (1467/1477-1568/1600) y es obligado a suplantar a Nobunaga, con el que guarda gran parecido físico. Aunque en esta serie se respetan a grandes rasgos las características de los personajes históricos, Yasuke aquí aparece no sólo como fiel vasallo de Nobunaga, sino también como jugador de baseball profesional.

De 2010 a 2012 se publicó el manga “Sengoku Yatagarasu”, cuyo protagonista es Saiga Magoichi, un personaje histórico famoso por liderar uno de los pocos grupos armados de arcabuces del periodo Sengoku bajo la bandera del mítico yatagarasu.

El ejemplo más reciente dedicado a este personaje es “Kuro Bôzu”, un manga histórico de ciencia ficción que empezó a publicarse en 2016. En él se teoriza que el samurái Yasuke en realidad era un boxeador profesional que se vio trasladado al periodo Sengoku desde el futuro. Este es el único caso hasta la fecha donde Yasuke no es un personaje secundario, sino el protagonista.

Apariciones en videojuegos

Yasuke no es un personaje fijo de los videojuegos ambientados en la época Sengoku, como pueden serlo Date Masamune o el propio Oda Nobunaga, pero sí tiene un modesto número de apariciones en videojuegos de muy distinta índole.
La historia de Yasuke aparece desde en cuentos infantiles (el cuento japonés de los años setenta titulado “Kurosuke”) hasta en películas (a principios de 2017 se anunció que Hollywood iba a hacer una nueva adaptación al cine de su historia).
La empresa de videojuegos japonesa KOEI, caracterizada por prestar una gran atención a la fidelidad histórica de sus juegos, es de las pocas que incluye a Yasuke de manera habitual entre sus personajes. La primera vez que apareció en un videojuego de esta empresa fue en la quinta entrega de una de sus sagas más antiguas (“Nobunaga no Yabô”), el simulador histórico “Nobunaga no Yabô: Haôden”, en 1992, lo que también puede considerarse la primera aparición de Yasuke en el mundo de los videojuegos. No volvería a aparecer hasta su decimotercera entrega en 2013, “Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence”, como personaje descargable, donde sus parámetros de valentía y lealtad son especialmente altos. También tiene una pequeña aparición en el juego social de red “100man-nin no Nobunaga no Yabô” en 2014.

Se cuenta más su historia en el videojuego “Niô”, también desarrollado por KOEI y estrenado en 2017. Este videojuego sigue a William, un soldado que en el año 1600 llega a Japón para rescatar a su guardián mágico. Yasuke aparece aquí como uno de los jefes finales de uno de los últimos niveles del juego. 

En 2001 se presenta el juego “Vasara II”, donde se le da un aspecto mucho más moderno a Yasuke, representándolo como un guardaespaldas vestido de traje, con gafas de sol y anillos. En 2010 se estrenó “Sengoku Taisen”, un juego de cartas arcade. En este caso, el diseño de Yasuke combina lo japonés con su patria, África: su ropa incluye estampados de leopardo, penachos con flecos en las piernas y en vez de cabalgar en un caballo lo hace en una cebra. En el mismo año se estrenó “Sengoku IXA”, donde a Yasuke se le representa sin apenas atributos japoneses (a excepción de la catana), ya que los collares y pulseras de cuentas, así como el tocado, son claramente africanos.

En el videojuego gratuito para móviles de 2013 titulado “Senran no Samurai Kingdom” también aparece Yasuke, vestido a la japonesa y con una pose que hace énfasis en su gran fuerza bruta, un atributo que, como se ha comentado, ya impresionó en su momento a los japoneses del siglo XVI.

No es hasta 2014, con “Shiro Chronicle JOKER”,  cuando vuelven a aparecer en el diseño de Yasuke las referencias a Occidente, ya que en este caso lleva gola.

Yasuke también ha sido reinterpretado como mujer en alguna ocasión. Es el caso de “Sengoku Asuka ZERO”, un RPG para móviles lanzado en 2015 ambientado en un periodo Sengoku donde todos los generales se representan como guapas mujeres. En la línea de este juego, Yasuke se representa aquí como una niña pequeña cuyas ropas apenas recuerdan ni a Japón ni a África.

A pesar de que se lo representa bastante en mangas y videojuegos, pocas de estas historias han salido de Japón (de videojuegos, sólo algunos de los desarrollados por KOEI han llegado a Estados Unidos y a Europa), convirtiéndolo en alguien poco conocido en Occidente. La historia de Yasuke, una historia de comprensión entre dos personas de culturas muy distintas, sigue causando fascinación en Japón, como demuestran las muchas apariciones de esta figura en los medios audiovisuales.