A un año del inicio del movimiento #MeToo, que sacudió a la industria del cine de Hollywood y se propagó por el resto del mundo para darle visibilidad a los casos de abuso y acoso sexual en los distintos ámbitos, la escritora nigeriana e icono feminista Chimamanda Ngozi Adichie, autora de “Todos deberíamos ser feministas”, inauguró esta semana la 70° Feria del Libro de Frankfurt. Dicha feria es el encuentro más importante para la industria del libro en el mundo y lleva a cabo desde el pasado martes hasta el domingo en esa ciudad alemana. Desde “Americanah” (2013), por el cual recibió el Premio Nacional del Círculo de Críticos en EEUU, la autora ha abordado las relaciones entre raza, identidad y género con un estilo accesible y directo. En su último libro, “Querida Ijeawele: Cómo educar en el feminismo” (2017), la autora dirige 15 consejos en formato de carta a una joven madre que acaba de dar a luz a una niña. “Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite”, expresa uno de ellos. “La necesidad de controlar a las mujeres y negarles su autonomía es universal: en países de África y de Asia, donde se les restringe; pero también en el oeste, donde se les hipersexualiza”, manifestó durante la apertura del encuentro.
"Las historias sobre mujeres están lejos de volverse universales, a pesar de que son escritas para todos nosotros".
Al tiempo que señaló que “este impulso late fuerte también en el mundo literario, en el que se le exige a los personajes femeninos ser agradables, y se les limita a ser eso: ser queribles, simpáticos”. En ese sentido consideró que la industria debe reflexionar sobre el cómo se piensan, cuentan y distribuyen las historias: “La violencia íntima, doméstica, es, al igual que el conflicto de los refugiados, un asunto de derechos humanos”. “Las mujeres todavía son invisibles. Sus experiencias todavía son invisibles. Las historias sobre mujeres están lejos de volverse universales, a pesar de que son escritas para todos nosotros. Es tiempo de que los hombres comiencen a leer a las mujeres”, dijo. Las mujeres pisan fuerte en Frankfurt En el programa figuran varias escritoras asiáticas y latinoamericanas que abordan en mesas redondas su paso por la literatura y explican cómo lograron emanciparse de tópicos en un sector que durante mucho tiempo estuvo dominado por los convencionalismos. También los libros sobre género o escritos por mujeres dicen presente. “Hay muchas mujeres haciendo cosas increíbles en el mundo de la historieta y quisimos destacarlo. Nuestra idea es seguir publicando a mujeres en el mundo de la historieta, donde se están moviendo mucho”, dijo Victoria Carrizo, portavoz de la editorial Hotel de las Ideas, oriunda de Buenos Aires, que se presenta en la feria con un Stand sobre la temática.
“La necesidad de controlar a las mujeres y negarles su autonomía es universal: en países de África y de Asia, donde se les restringe; pero también en el oeste, donde se les hipersexualiza”.
“También hemos traído el libro ‘Relatos gráficos para femininjas’. Con ese nombre de ‘femininjas’ queremos superar el famoso y mal llamado nombre de ‘feminazi'”, explicó. La editorial austriaca Kremayr & Scheriau, especializada en temas políticos y libros de crítica social, también llevó su propuesta feminista. “Creo que las mujeres tienen menor visibilidad. Siendo un tanto generalista, podríamos decir que el mundo lo explican hombres de más de 65 años y no mujeres. Pero no creo que falten voces fuertes en la literatura, las hay, pero se necesita que las escuchen”, consideró Stefanie Jaksch, portavoz de dicha editorial. “Cuando algo lo explica un hombre suele tener más peso, solo hay que mirar quiénes son los ganadores de los premios literarios. La mayoría son hombres. Es indiscutible que sus libros son excelentes pero lo cierto es que llama la atención y uno se pregunta ¿pero de verdad no hay ninguna mujer que haya escrito algo similar?”, agregó. Micromachismos Para romper con esta tendencia su editorial presenta en la Feria el libro “No more Bullshit” (no más tonterías), una obra que desvela los micromachismos a los que día a día se enfrentan las mujeres y brinda tácticas para enfrentar situaciones que relativizan la desigualdad que vive el género femenino. “Las mujeres no quieren asumir altos cargos, no seas tan sensible, no te comportes como una niña. Son esas frases del día a día que esconden machismo”, dijo Sandra Nigischer, una de las autoras del libro. “Nuestro libro no está escrito en contra de los hombres, sino en contra del sistema que favorece que ese reparto tradicional de roles entre mujeres y hombres se perpetúe”, agregó otra de las autoras, Martina Schöggl. El libro también cuenta con voces masculinas como la del analista feminista y conferenciante berlinés Christoph May. “Necesité 30 años para llegar al feminismo, aunque antes había oído hablar de él”, dijo con ironía May, quien es fundador del Instituto de investigación para hombres críticos. “Uno ve series y películas y ve que se repiten los patrones de que los hombres son fuertes y superhéroes. Hace ocho años caí en la cuenta y dije: ‘tengo que hacer algo'”, manifestó.
