El tango, la tradicional música y danza del Río de la Plata, se consolida cada año como una pasión cultural y artística que derriba distancias geográficas para unir como un puente los corazones de bailarines de Argentina y de China. La actual edición del Festival y Mundial de Tango de Buenos Aires, el evento más importante del género a nivel internacional, cuenta con la participación de más de 750 parejas provenientes de 53 países y regiones del mundo. Muchos de los binomios participantes provienen del país asiático, donde la pasión por el tango crece cada año y más de 30 ciudades, entre ellas Beijing y Shanghai, cuentan con clubes para aprender y disfrutar el género. La directora de Festivales y Noches Culturales de la ciudad de Buenos Aires, Débora Rajtman, destacó este martes el valor del tango para unir a los pueblos de dos países distantes en lo geográfico, pero cercanos en valores de amistad. "Son muy importantes para nosotros todas las parejas que vienen de todas partes del mundo, es increíble la participación de parejas que tuvimos este año, más de 750 parejas y sobre todo muchas parejas de China, que es muy importante", dijo la funcionaria.
"Argentina y China se unen a través del tango atravesando este puente cultural tan importante para la cultura argentina".
Rajtman remarcó que "estos dos países, Argentina y China, se unen a través del tango atravesando este puente cultural tan importante para la cultura argentina". La competencia que organiza la ciudad de Buenos Aires se lleva a cabo en la Usina del Arte, un espacio cultural ubicado en la zona sur de la capital argentina. Allí bailó la pareja integrada por el argentino Sandro Almirón y la china Hou Fang, quienes resaltaron el valor del tango como eje integrador de dos culturas distintas. "Tuvimos una conexión muy linda en nuestro abrazo, pudimos participar y demostrar que la identidad del tango es a nivel mundial, eso es lo lindo, que no identifica solamente a un país, sino que ahora está ramificando cada vez más lo que vendría a ser el encuentro con el otro", dijo el hombre. Almirón, que ha practicado Kung Fu y Tai Chi, señaló que "es importante el hecho de unir culturas. Estamos en una época de globalización, donde las culturas, la información de otros países, la tenemos, pero la tenemos a través de una información, no a través del sentimiento, de la cercanía persona a persona", que es lo que propone el tango. "El tango invita a eso, invita enseguida a conectar con otra persona a través de una mirada, de nuestra música", resaltó el bailarín, para quien "China está presente" en su quehacer diario. Hou, por su parte, indicó que el tango es "como la vida, es siempre crecer, y significa muchas cosas, como el amor, la amistad y mucho trabajo" para formarse y conocer la especialidad.
"El tango permite el abrazo y conocer la personalidad del otro".
La mujer visitó Argentina en 2012, cuando planeó probar el tango, pero nunca imaginó cómo ese viaje cambiaría su vida, que quedó desde entonces ligada a la música y la danza emblemática del Río de la Plata. "El tango permite el abrazo y conocer la personalidad del otro", valoró Hou, que renunció a su trabajo en una empresa Fortune 500 y estudió el tango durante cuatro años en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) de Argentina, convirtiéndose en la primera estudiante asiática en el programa principal de esa casa de estudios. Después de graduarse se convirtió en profesora de danza en estudios de tango en Shanghai, donde abrió una escuela para formar a los residentes apasionados por el género, enfocándose en la importancia no solo de los pasos y del ritmo, sino también del abrazo, que no es tan común en un baile tradicional chino. "La cercanía del tango es lo más difícil y diferente para China, pero la sensibilidad es común a las dos partes", valoró Hou. Agregó que en China es más común "mantener distancia" entre las personas, pero remarcó que "una vez que se aprende el abrazo del tango, a los chinos les encanta". Las etapas clasificatorias de la categoría "Tango Pista" (estilo popular y tradicional) concluyeron el martes, mientras que las correspondientes a "Tango Escenario" (más acrobática y de formato libre) se llevarán a cabo hasta el jueves. En la competencia final, que tendrá lugar el 27 de agosto, intervendrán 30 parejas en la categoría Pista y otras 30 en la versión Escenario. Wei Meiling, también de China, que le gustaría llegar a esa etapa final, ya que el tango es su pasión. "Hace 11 años que bailo tango, para mí el tango es algo muy especial, es mi trabajo, porque tengo una escuela de tango en China, pero también es un placer enorme poder enseñar tango en China", contó la mujer, que bailó junto al argentino Daniel Peralta. Wei señaló que "el tango es para mí la comunicación entre dos personas, es muy íntimo, es muy profundo", lo que supone una diferencia con China, donde "la cultura es con distancia, con respeto". "El tango, tan cerca entre los bailarines, tocando el corazón, es muy especial. Así que en China hay mucha gente a la que le gusta mucho el tango, porque es muy íntimo, pero muy puro", explicó. Tras remarcar que el tango acorta las distancias geográficas entre China y Argentina, Wei mencionó que en el país asiático hay una comunidad tanguera "muy grande, bastante grande, con muchas escuelas de tango". "Mucha gente puede probar este baile de Argentina tan especial y, desde este baile, conocer la cultura de Argentina. También ahora mucha gente viene desde China a Buenos Aires, a Argentina, por el tango y para conocer más de este país tan interesante", añadió la bailarina. El tango fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en septiembre de 2009 por un comité de la Unesco reunido en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, al aceptar una propuesta conjunta de Argentina y Uruguay.