La relación de una madre homosexual con su hija y la valentía para enfrentar los tabúes de una cultura como la taiwanesa, es el argumento de la multipremiada película “Small talk”de la directora de ese país Huan Hui-chen. El filme acaba de recibir el Premio Teddy al Mejor Documental en el 67º Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale), en Alemania, después que el año pasado fuera distinguido con el Premio Caballo Dorado de Taiwán. Los Premios Teddy son otorgados a las películas que abordan temas pertinentes a las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgénero. El jurado destacó que el filme “es un retrato valiente de la historia familiar de la realizadora, y ofrece a los espectadores un vistazo al interior de una cultura con la que no están familiarizados”.
“Es un documental poderoso que logra un significado universal, sin olvidarse de los detalles más íntimos”, indicaron los miembros del jurado.
La película cuenta con un valor agregado que no pasa desapercibido para los amantes del cine oriental: su productor ejecutivo es el internacionalmente aclamado director taiwanés Hou Hsiao-hsien. “Es un documental poderoso que logra un significado universal, sin olvidarse de los detalles más íntimos”, agregaron los agregaron los responsables de premiar a Huan Hui-cheb Los otros dos filmes que participaron en el Berlinale 2017 fueron el documental Ausente sin permiso, del director malayo radicado en Taiwan, Lau Ket-Huat; y el filme corto El vestido en ella, de Wen Chih-yi.
El productor ejecutivo del documental es el internacionalmente aclamado director taiwanés Hou Hsiao-hsien, una garantía de calidad para muchos críticos cinematográficos.
El Ministerio de Cultura de Taiwán organizó un pabellón especial en el principal salón de exhibiciones del Berlinale, a fin de promover unas 66 películas taiwanesas, entre ellas 25 largometrajes y 13 propuestas fílmicas. Las películas taiwanesas nunca fueron ajenas al festival en Berlín. El banquete de bodas, dirigida por el galardonado con el Premio Oscar Ang Lee, ganó el Oso Dorado a la Mejor Película en 1993. El río, dirigida por Tsai Ming-liang, obtuvo el Premio del Gran Jurado en 1997, seguida cuatro años después por Belleza de la nuez de areca, que recibió el Oso de Plata.
