El día que Astroboy salvó a la economía de Japón

El popular dibujo animado, creado por Osamu Tezuka, tuvo un rol clave para superar el temor que provocaba la energía nuclear en el pueblo japonés, sobre todo después de las tragedias de Hiroshima y Nagasaki. Los casos de Mazinger Z y Godzilla.
Fuente: Dineroenimagen.com - 2017-08-17
Los relojes quedaron detenidos en el momento de la catástrofe. La mañana del 6 de agosto a las 8:15, una bomba llamada Little Boy cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y tres días después otra similar sobre Nagasaki.

De toda la historia de sangre que la humanidad ha visto, el ataque nuclear ocurrido en 1945, es posiblemente una de las peores tragedias de las que se tiene memoria. En total se contabilizaron alrededor de 246 mil muertes, algunas por consecuencias fatales que alargaron su sufrimiento.

¿Cómo hizo Japón para levantar su próspera economía después del desastre? Una de las características de Japón como nación, es la fuerte inclinación hacia la industria tecnológica. La automatización es parte de su cotidianeidad. La devastación de Japón tras la Segunda Guerra Mundial no se limitó a la destrucción de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, sino que muchas de sus empresas y su gobierno quedaron mermados por los gastos de la guerra, y la gente sentía un pánico natural hacia todo lo que estuviera relacionado con la energía nuclear.
El plan general fue convertir el miedo tras los ataques nucleares, en un interés profundo por parte de los jóvenes para investigar y dedicarse al desarrollo industrial, según explicó el dibujante Osamu Tezuka.
Fue entonces cuando el gobierno descubrió como renacer como potencia: Osamu Tezuka, el creador de Astroboy, fue convencido por sus editores para mostrar un futuro en el que la tecnología y la energía nuclear fueran sinónimo de paz y prosperidad.

Esto ocurrió en 1951, y según reveló en una entrevista, el plan general fue convertir el miedo tras los ataques nucleares, en un interés profundo por parte de los jóvenes para investigar y dedicarse al desarrollo industrial.

Para 1961 se publicó la primera serie animada del personaje y rompió fronteras. Astroboy apareció en los televisores de muchos países y se convirtió en uno de los primeros contactos importantes de la cultura japonesa con el resto del mundo.

Aunque no existen muchas referencias claras al impacto directo de Astroboy como fuente de inspiración para el surgimiento de una sociedad tecnológica, su creación coincidió con un fuerte impulso al sector industrial automotriz en 1970.
Otros productos culturales surgieron en el país del Sol Naciente: Mazinger Z (otro personaje robótico que funcionaba con energía nuclear), e incluso Godzilla, que era resultado de un accidente de contaminación de este tipo.
Japón carece de grandes recursos energéticos, de hecho actualmente importa el 84% de sus necesidades en esta rama. Así, buscar una fuente de energía relativamente barata y que no necesitara de grandes recursos fue clave para que su economía se recuperara.

La respuesta llegó con la energía nuclear, que actualmente provee el 30% de la energía eléctrica del país. Cuando los jóvenes que crecieron con el robot infantil se habían convertido en adultos, según dijo el maestro de Economía Japonesa Tetsuji Oakzaki, recién se pudieron cosechar los frutos de esta caricatura.

Eso no es todo, tras Astroboy, un montón de productos culturales surgieron en el país del Sol Naciente: Mazinger Z (otro personaje robótico que funcionaba con energía nuclear), e incluso Godzilla, que era resultado de un accidente de contaminación de este tipo.

Japón había logrado convertir el miedo de la tragedia en un interés generacional. La energía nuclear era peligrosa, pero también una oportunidad.


Actualmente, la robotización en las fábricas, sobre todo automotrices, son estándares que buscan emular las compañías de otras partes del mundo. Nissan está entre los mayores vendedores y compite codo a codo con Volkswagen y Toyota (otra marca nipona), como los gigantes con mejores resultados financieros.

También es cuna de una de las industrias millonarias de esta época: los videojuegos. En 1889 Fusajiro Yamauchi fundó una empresa de juegos electrónicos que en 1983 comercializaría el Famicom, la primera consola de videojuegos de la marca.

Hacia 1986 una versión renovada de la consola llegaría a América con el nombre de Nintendo Entertainment System (NES), otra historia de éxito comercial. Podríamos mencionar otras marcas, (Sony, Panasonic y compañía) entre una lista destacable de empresas tecnológicas de renombre japonesas, y todo ello comenzó con Astroboy, como el plan nacional para levantar a la que hoy es, la tercera potencia económica global según datos del Banco Mundial.

El llamado “milagro japonés” comenzó en el escritorio de un dibujante.