El ciclo “Masaki Kobayashi, reencuentro con un maestro del cine japonés” se llevará a cabo a partir del jueves próximo hasta el 2 de noviembre en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, con diez películas -muchas de ellas inéditas en Argentina- que recorren una parte sustancial de la obra de uno de los realizadores nipones más importantes en la historia del cine de posguerra. La muestra, que contará con copias en 35 milímetros de los filmes, enviadas especialmente desde Tokio por The Japan Foundation, es una oportunidad de conocer o reencontrarse con la obra de Kobayashi (1916-1996), incluyendo algunos de sus primeros títulos, nunca antes exhibidos en nuestro país. Organizado por el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, en colaboración con el Centro Cultural e Informativo de la Embajada de Japón, el ciclo tendrá lugar en la recientemente reinaugurada sala Leopoldo Lugones, ubicada en el décimo piso de la avenida Corrientes 1530.
Parte de su experiencia en la guerra sería exorcizada años más tarde en su extensa trilogía “La condición humana” (1959-1961), basada en la novela de Junpei Gomikawa.
“De todos los realizadores pertenecientes a la generación que ingresó en la industria durante o poco tiempo después de la Guerra del Pacífico, Kobayashi se transformaría, tal vez, en el crítico social más autoconsciente”, dijo el especialista Alexander Jacoby acerca del autor de filmes como los que componen la trilogía “La condición humana” (1959-1961), basada en la novela de Junpei Gomikawa. Nacido en 1916 en la isla de Hokkaido, Kobayashi terminó sus estudios universitarios con una especialización en Literatura, pero decidió entregarse por completo al cine, ingresando como empleado raso en los estudios Shochiku, uno de los cinco más importantes de Japón. Permanecería poco tiempo en ese puesto: a comienzos de 1942 fue llamado para formar parte de las filas del ejército nipón y, como soldado antimilitarista, tal como alguna vez se definió a sí mismo, los siguientes tres años (y un cuarto como prisionero de guerra en Manchuria) lo marcarían para siempre. Parte de esa experiencia sería exorcizada años más tarde en su extensa trilogía “La condición humana” (1959-1961), basada en la novela de Junpei Gomikawa (y exhibida en la Sala Lugones en 2000). Antes de esa obra magna, que pondría su nombre a circular por los festivales internacionales más importantes, sus películas habían abordado temas como la corrupción en el mundo del deporte, la prostitución en las bases norteamericanas durante los años de la Ocupación o el maltrato hacia los prisioneros luego del fin de la guerra.
“De todos los realizadores pertenecientes a la generación que ingresó en la industria durante o poco tiempo después de la Guerra del Pacífico, Kobayashi se transformaría, tal vez, en el crítico social más autoconsciente”
En esos rabiosos relatos, realizados a mediados de los años 50, quedarían pocos rastros de la amabilidad y delicadeza aprendidas de su maestro Keisuke Kinoshita, del cual había sido asistente a su regreso del frente. El ciclo comenzará el jueves 19 con “Sinceridad” (1953), sobre un estudiante secundario que se enamora perdidamente de su nueva vecina, una chica de clase trabajadora que sufre de una avanzada tuberculosis, y “La habitación de paredes gruesas” (1956), una de las primeras películas en tocar frontalmente las consecuencias de la Segunda Guerra en la sociedad nipona. Los otros filmes que componen el ciclo son “Te compraré” (1956), “Te compraré” (1956), “Río negro” (1957), “La herencia” (1962), “Harakiri” (1962), “Kwaidan” (1964), “Rebelión” (1967), “Himno para un hombre cansado” (1968), “La posada del mal” (1971), e “Himno para un hombre cansado” (1968).