La ciudad de Taipéi se convirtió la semana pasada en referente en la lucha de los derechos homosexuales en Asia con una marcha en la capital, Taipei, en la que participaron más de cien mil personas procedentes de más de veinte países. El desfile se inició en la Avenida Ketagalan, frente al Palacio Presidencial, con una gigantesca bandera del arco iris que simboliza la diversidad, y rompió las marcas de participación de las catorce ediciones anteriores, según datos de los organizadores. En el colorido evento participaron personas de todas las identidades sexuales y edades, incluidas familias con niños pequeños y también se observaron disfraces y algunos trajes típicos de países de la zona.
Los taiwaneses Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) sienten insatisfacción y urgencia por la aprobación del matrimonio gay y no quieren esperar.
"El lema de este año fue 'Haz el amor, no la guerra: educación sexual, esa es la dirección" y la esperanza compartida es la pronta legalización del matrimonio gay en la isla", dijo un portavoz de los organizadores de la marcha. Tras el dictamen del Tribunal Constitucional de la isla a favor del matrimonio gay hace cinco meses, Taiwán espera acelerar las leyes pertinentes para convertirse en pionera en Asia del matrimonio entre personas del mismo sexo. Fue en el mes de mayo cuando se declaró la inconstitucionalidad de prohibir en el Código Civil el matrimonio entre personas del mismo sexo y el Tribunal ordenó legislar en el plazo de dos años. La marcha de la semana pasada mostró así el carácter abierto y pionero de la isla en la defensa de los derechos homosexuales y reflejó que Taiwán se ha convertido en refugio para personas de otros países de Asia con menores libertades sexuales. "Taiwán continúa siendo pionera en fomentar el respeto y la tolerancia sobre el fanatismo y la discriminación", declararon representantes de 12 países y de la Unión Europea (UE) en un comunicado emitido en el marco de la celebración. Muchos extranjeros expresaron su alegría por participar en este evento y experimentar un ambiente de fiesta, libertad y hospitalidad en Taiwán. "En mi país no puedo abrir la boca", indicó uno de los participantes asiáticos.
"El lema de este año fue 'Haz el amor, no la guerra: educación sexual, esa es la dirección".
Pero los taiwaneses Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) sienten insatisfacción y urgencia por la aprobación del matrimonio gay y no quieren esperar los dos años. "Si no se aprueba pronto la ley, me sentiré decepcionado e iré al extranjero a casarme", expresó Jian Shi-yu, otro de los participantes. El retraso en la aprobación del matrimonio gay en Taiwán, a pesar de que cuenta con el apoyo de la presidenta Tsai Ing-wen y de la mayoría de los parlamentarios del oficialista Partido Demócrata Progresista, afecta a muchas personas, refirió Eddy Chang, profesor de una universidad en Taipei. Aunque las parejas homosexuales pueden registrarse en la isla, no gozan de "los derechos heterosexuales", señaló Victoria Hsu, presidenta de la Alianza para el Fomento de los Derechos Civiles de las Parejas. El mítico luchador por los derechos homosexuales en Taiwán, Chi Chia-wei, que acaba de recibir el Premio Presidencial de la Cultura, manifestó que cambiaría con gusto esa distinción por el derecho inmediato de las parejas del mismo sexo a registrar su matrimonio. "No se puede obligar a los taiwaneses a esperar dos años", sentenció Chi, que fue el promotor de la consulta que llevó al dictamen constitucional a favor del matrimonio gay. Mientras se celebraba el desfile, artistas y personalidades a favor de los derechos gays se dirigieron al público desde un escenario en la avenida frente al Palacio Presidencial, donde por la noche se celebrará un concierto.