La nueva teoría del cine chino sobre la Gran Muralla

La última película del director Zhang Yimou se acerca a Hollywood con una historia que desafía las tradiciones chinas. Costó 150 millones de dólares, pero en una semana ya recaudó casi la mitad. Las polémicas.
Redacción Llibres - 2017-02-06
La última producción del director chino Zhang Yimou, La Gran Muralla, propone una fantasía épica llena de monstruos y protagonizada por Matt Damon. Con un costo de realización de 150 millones de dólares es el filme más caro rodado íntegramente en China, y el primero en el que Zhang utiliza mayoritariamente el inglés en su versión original.
 
Si bien la inversión marcó un récord en China, parece que lo van a recuperar rápido ya que en su primera semana de exhibición en ese país, ya recaudó 470 millones de yuanes (67,6 millones de dólares).

La Gran Muralla, con otras estrellas como Willem Dafoe o el chileno Pedro Pascal en el reparto, parte de la premisa fantástica de que el famoso monumento no fue construido para defender a China de invasores humanos, sino para protegerla de sanguinarios monstruos.
La película parte de la premisa fantástica de que la Gran Muralla no fue construida para defender a China de invasores humanos, sino para protegerla de sanguinarios monstruos.
Estos son los "taotie", unas criaturas que según viejas leyendas orientales atacan a los humanos cada 60 años y tienen ojos en las axilas, unas bestias contra las que los guerreros William Garin (Damon) y Pero Tovar (Pascal) tendrán que luchar codo con codo y apoyados por los ejércitos de China.

El filme es la primera coproducción chino-estadounidense de Legendary Studios desde que fuera adquirida en enero por el conglomerado chino Wanda.

Productores y director apuestan en esta película por una fórmula, la fusión de historias de la cultura china con estrellas occidentales, que todavía no acaba de tener buenos resultados en las taquillas internacionales, como Zhang comprobó con uno de sus últimos trabajos, Las flores de la guerra. Esa película, protagonizada por Christian Bale y ambientada en la invasión japonesa de China durante la Segunda Guerra Mundial, fue la más taquillera en el país en 2011, recaudando 95 millones de dólares, pero tuvo un impacto muy limitado en Occidente.
"Es una película de monstruos, una fantasía en la que no le quité ningún papel a ningún actor chino... no altero la historia en ningún modo", afirmó Matt Damon.
La Gran Muralla también llega con una polémica, por el hecho de que sea protagonizada por actores caucásicos encargados de "salvar" a China, cuando, según algunos fans, el papel protagónico de la historia debería haber sido para un actor local.

El director dijo que el personaje de Damon no ha sido "metido con calzador" para acercarse a Hollywood, aclarando que el propio guión exigía que debía tratarse de un extranjero. Damon, concretamente, encarna a un mercenario inglés que viaja a China para intentar robar pólvora, uno de los grandes inventos de la civilización oriental, antes de que esta llegara a Occidente.

El propio actor, muy popular entre los espectadores chinos gracias al éxito en este país de la saga de Jason Bourne, se defendió de estas críticas en Pekín. "Es una película de monstruos, una fantasía en la que no le quité ningún papel a ningún actor chino... no altero la historia en ningún modo", subrayó el actor de 46 años, quien se mostró confiado en que la polémica se apague tras el estreno.

El director Zhang Yimou también alzó la voz: “Es una coproducción gigantesca en base a un guión elaborado durante siete años. Hay espacio para todos”. 

“Matt se pone en la piel de uno de los occidentales que llegan a China para robar la fórmula de la pólvora, por lo tanto un actor local no podría haberlo interpretado”, concluyó.

La película promete un gran despliegue de efectos especiales, incluyendo escenas en las que cientos de miles de monstruos virtuales asedian la Gran Muralla, gracias a la colaboración de Industrial Light and Magic, fundada por George Lucas, y Weta Digital, de Peter Jackson.