El director general del Centro de Estudios Tibetanos de China, Li Decheng, afirmó que el estilo de vida de la región autónoma de Xizang - como denominan oficialmente al Tíbet – “es una parte importante de la cultura china, que pudo alcanzar características propias gracias a un proceso de constante mezcla e interacción”. “Desde un entorno geográfico único, la cultura tibetana ha escrito un magnífico capítulo de la civilización china en combinación con otras culturas étnicas”, destacó Li durante un encuentro con periodistas latinoamericanos realizado esta semana en Beijing. El especialista explicó las singularidades de las costumbres y valores de la región autónoma de Xizang en el marco del evento “El tesoro de la nieve – Experimentar la cultura tibetana”, organizado por el Centro Internacional de Intercambio de Noticias de China y la Central de Radio y Televisión Internacional Online. La actividad incluyó una visita al Museo de la Cultura Tibetana, inaugurado en 2001 y único en su tipo en Beijing, donde se presenta la exposición “Grandes hazañas – Celebración del 70 aniversario de la liberación pacífica del Tíbet”. En varios pabellones se exhibieron materiales históricos que destacan los conceptos de liberación pacífica y reforma democrática del Tíbet, en respuesta a las denuncias de occidente sobre persecuciones religiosas, ataques a las minorías étnicas y violaciones a los derechos humanos. En este marco, durante el recorrido por el museo también se brindó un informe sobre las principales características del budismo tibetano y el proceso de búsqueda y selección de niños, de entre 3 y 5 años, para definir las reencarnaciones del Buda viviente.
“Es necesario promover los logros académicos de la cultura tibetana en América Latina y construir puentes de comunicación que permitan comprender en el extranjero la realidad de la región autónoma” (Huang Wenjuan).
“El sistema de reencarnación del Buda viviente tiene cientos de años de desarrollo, con rituales religiosos y estrictos requisitos. Los niños deben llevar el espíritu de su antecesor”, según explicaron. En la actualidad, agregaron, existen más de mil Budas vivientes en territorio chino, ya que cada escuela budista tiene a su representante. Después de una charla abierta con especialistas del Centro de Investigación Tibetana de China, la subdirectora de la Oficina de Investigación Científica de la entidad, Huang Wenjuan, hizo un llamado para “promover los logros académicos de la cultura tibetana en América Latina y construir puentes de comunicación que permitan comprender en el extranjero la realidad de la región autónoma”. Finalmente, los comunicadores latinoamericanos recorrieron las instalaciones del Hospital Tibetano de Beijing, donde se interiorizaron sobre las principales características de la medicina tradicional tibetana y experimentaron las técnicas de diagnóstico de pulsos, entre otros mecanismos de detección y tratamiento de las enfermedades que, en los últimos años, han ganado un significativo reconocimiento internacional. En efecto, el método del baño medicinal tibetano fue incluido en 2018 en la Lista de Representantes del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, al tiempo que los cuatro principales libros de la medicina tibetana fueron elegidos en 2023 para integrar la Lista de Memorias del Mundo. Al respecto, el vicedirector del Hospital Tibetano de Pekín, Gao Wei, confió que el intercambio con los hombres de prensa de América Latina contribuya a “comprender mejor en el extranjero las características y posibles aportes de la medicina tibetana en el campo de la medicina moderna”.
“La cultura tibetana es una parte importante de la cultura china, que pudo alcanzar características propias gracias a un proceso de constante mezcla e interacción” (Li Decheng).
Las respuestas chinas Este reconocimiento de la cultura tibetana tiene su correlato económico con el reciente anuncio del gobierno chino de las cifras de “desarrollo de alta calidad” de la región autónoma de Xizang. Según informes oficiales, el aumento del PBI regional y per cápita, el crecimiento de un 19% de la economía digital y la generación de más de 65.000 millones de yuanes (casi 9.000 millones de dólares) en ingresos turísticos, fueron algunas de los principales logros alcanzados por la región conocida como Tíbet. La apuesta del gobierno chino por impulsar el desarrollo de Xizang también puede confirmarse a partir de los anuncios del presidente del gobierno regional, Yan Jinhai, sobre una inversión que en 2024 recibirán de parte del gobierno nacional por unos 80.000 millones de yuanes, es decir, 11.260 millones de dólares. En otro orden, en un reciente simposio celebrado en Beijing para conmemorar el “65 aniversario de la reforma que puso fin a la servidumbre feudal en Xizang”, como informó la agencia Xinhua, el representante del PCCh en el Centro de Investigación de Tibetología, Chen Zongrong, calificó como un “hecho histórico’ los avances alcanzados en materia de derechos humanos y sociales. "Nos oponemos enérgicamente – agregó - a las acusaciones maliciosamente inventadas e infundadas, y objetamos la politización, instrumentalización y estigmatización de los derechos humanos en Xizang”. Como se sabe, China modificó el nombre con el que se designaba a la región del Tíbet y desde 2023, pasó a denominarla con el pinyn chino “Xizang”, lo que generó no pocas resistencias y vehementes polémicas que llegaron a cuestionar el nombre de la mismísima república popular. La región es objeto de denuncias de parte de diversas organizaciones internacionales, entre ellas las Naciones Unidas, que acusan al gobierno chino de violar los derechos humanos y borrar la identidad cultural y religiosa de los pobladores del lugar. Al respecto, un total de 73 organizaciones de la sociedad civil de China enviaron una carta abierta al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la que protestaron por la insistente difusión de lo que calificaron como “información falsa y propaganda contra el Tíbet”.