“Qu Yuan, con su pureza y su desesperación, se lanzó al río no por miedo a la muerte, sino por su amor inquebrantable a la patria", fue una de las recordadas definiciones del escritor chino Guo Moruo, al reflexionar sobre la leyenda del suicidio que sirvió de inspiración a las actuales carreras del bote del dragón, que se realizaron en China -y no pocos países del mundo- hace escasos días. En efecto, los tradicionales festivales del bote del dragón se remontan al período de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.) cuando, según la tradición china, el poeta y ministro Qu Yuan decidió ahogarse en el río Miluo en protesta contra los actos de corrupción y decadencia moral que observaba en el estado de Chu. Siempre según aquellos relatos transmitidos por generaciones, los pobladores de Chu no podían creer el trágico final de su querido poeta y ministro, por lo que salieron en botes a buscarlo a lo largo del río. No sólo remaron desesperados y golpearon el agua para ahuyentar a los malos espíritus, sino que también arrojaron bolas de arroz al río para que los peces no devoraran el cuerpo del respetado Qu Yuan.
El festival Duanwu, o Festival del Bote del Dragón, se celebra el quinto día del quinto mes del calendario lunar chino.
Así fue como aquella historia se convirtió en uno de los rituales más populares del folklore chino: por un lado, las carreras de botes decorados con cabezas y colas de dragón, y por el otro, la degustación de los famosos zongzi, esa suerte de tamal chino que se prepara con arroz glutinoso y distintos tipos de carne, envuelto en hojas de bambú o de caña. El dato final fue la fecha elegida para la celebración anual del llamado festival Duanwu, o Festival del Bote del Dragón. Fieles a la leyenda, los chinos eligieron el quinto día del quinto mes del calendario lunar chino, en obvio homenaje a la memoria de su poeta Qu. De ayer a hoy Más allá de las leyendas sobre su origen y la decisión oficial de declarar la celebración como día festivo oficial desde 2008, la competencia de botes derivó en el desarrollo de un verdadero deporte competitivo, reconocido a nivel internacional.
“Qu Yuan, con su pureza y su desesperación, se lanzó al río no por miedo a la muerte, sino por su amor inquebrantable a la patria" (Guo Moruo).
En efecto, las carreras de botes alcanzaron una gran popularidad fuera de China, en numerosos países de Asia, Europa y América, no sólo por sus obvias características deportivas sino, también, por su mensaje intrínseco de promoción del trabajo en equipo, coordinación y espíritu comunitario. En la actualidad, los botes son largos y delgados. Aunque el tamaño puede variar, en la mayoría de los casos la tripulación está formada por 20 remeros que se sientan uno al lado del otro en parejas mirando hacia la proa. También hay una suerte de baterista que se sienta en la proa del barco frente a los remeros. Durante una carrera, este pseudo baterista lidera a los remeros golpeando rítmicamente un tambor. Además, hay un timón que se sienta en la parte trasera del barco y ayuda a dirigirlo con un remo de dirección largo. La distancia recorrida por los corredores puede variar de 100 a 2,000 metros, aunque la longitud más común para una carrera es de 500 metros. En síntesis, se trata de la historia de una de las fiestas más populares del calendario chino, que tiene sus raíces en una antigua leyenda y hoy mantiene vivo como nunca su mensaje de unidad, trabajo mancomunado y respeto de las tradiciones culturales.