Durante miles de años, las canciones folclóricas han sido un asunto social para el pueblo chino, especialmente para la gente de las zonas de minorías étnicas. Y ahora, en la era de las redes sociales, en vez de desvanecerse, esta tradición avanza hacia un "crescendo" y se está abriendo su propio espacio entre nuevos públicos. El parque Yufeng de Liuzhou, una ciudad de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, en el sur de China, es un importante escenario para fiestas de canto y también para socializar. Se puede escuchar a la gente entonando canciones folclóricas en casi todos sus rincones. Según la tradición folclórica, fue en este lugar donde Liu Sanjie, legendaria intérprete del la etnia zhuang, usó sus canciones para enseñar las habilidades agrícolas, ayudar a los jóvenes a encontrar el amor y promover los valores familiares. En todo el país es muy popular una adaptación de su historia. El parque es también el lugar de nacimiento de las canciones folclóricas de Liuzhou, que han sido incluidas como patrimonio cultural inmaterial de Guangxi, tierra natal de una gran población zhuang, el segundo grupo étnico más numeroso de China después del han. Hoy en día, una joven cantando frente a un trípode y un teléfono móvil es una escena muy común en el parque, ya que numerosos artistas locales llevan a cabo espectáculos en vivo a través de internet.
"En el pasado, eran los ancianos los que querían cantar canciones folclóricas, pero ahora, con la popularidad de las retransmisiones en directo, cada vez más jóvenes conocen y aprecian la belleza de esas canciones".
El frenesí de las redes sociales está ayudando a las canciones folclóricas tradicionales a volar desde las remotas montañas y cautivar más fanáticos en China y más allá. "Solíamos realizar una fiesta de canciones folclóricas a través de (las aplicaciones de mensajería instantánea) QQ y WeChat. Ahora podemos encontrar gente interesada rápidamente con solo gritar 'ven a cantar' en la sala de transmisión en vivo", dice Lei Yingshi, de 48 años. Frente a la cámara de su teléfono, Lei y sus compañeros cantaron una nueva canción folclórica sobre la belleza de la colina Yufeng, una reconocida atracción turística local, y sobre cómo las canciones folclóricas se han ido propagando cada vez más lejos de Guangxi a través de internet. "Cuando era niño veía cantar a los ancianos mientras trabajaban en el campo. En 2009 empecé a aprender de los cantantes en el parque. Desde el principio descubrí que cantar era muy relajante, y ahora, entre más canto, más puedo sentir la historia de las canciones", comenta. En la actualidad, Lei es un "heredero representativo" de las canciones folclóricas de Liuzhou. Suele visitar diferentes pueblos para recolectar canciones folclóricas de los aldeanos. "Las canciones folclóricas tienen sus orígenes en la vida cotidiana", afirma Lei. Los cambios sociales y la evolución de los métodos de comunicación se reflejan en los cambios que experimenta la música. "En el pasado, eran los ancianos los que querían cantar canciones folclóricas, pero ahora, con la popularidad de las retransmisiones en directo, cada vez más jóvenes conocen y aprecian la belleza de esas canciones", explica el cantante. "Las baladas de amor solían ser más populares, pero ahora las letras también incorporan explicaciones sobre las políticas nacionales, la publicidad contra el fraude y la ciencia", relata. Hace dos años, Lei entró a formar parte de la industria de la retransmisión en directo y empezó a enseñar canciones folclóricas a quienes están deseosos de aprender el arte. Wei Lili, integrante de la etnia miao, es una estudiante de Lei.
"Las baladas de amor solían ser más populares, pero ahora las letras también incorporan explicaciones sobre las políticas nacionales, la publicidad contra el fraude y la ciencia"
En el círculo de entusiastas de las canciones folclóricas ella es más conocida como "Shan San Mei" y tiene millones de seguidores. "Crecí viendo las películas de Liu Sanjie. Hace pocos años, comencé a tararear sus canciones. A medida que mi base de fanáticos fue creciendo, empecé a sentir interés por aprender canciones folclóricas, combinar elementos de canciones folclóricas con canciones populares y difundir mejor las canciones a través de retransmisiones en directo y videos cortos", explica. La popularidad de las canciones folclóricas en las transmisiones en directo ha crecido de forma exponencial, llevando al equipo de cantantes a incluir a más personas, desde miembros de minorías étnicas y de la etnia han hasta extranjeros. Lu Lianfang, de 48 años y de la etnia yao, tiene más de 400.000 seguidores en Douyin, la versión china de TikTok. Tiene más de 200 aprendices, incluyendo campesinos, vendedores de verduras, empresarios, rectores de escuela y estudiantes universitarios. Entre ellos hay un niño de 10 años y un ciudadano paquistaní. "Esperamos que las canciones folclóricas sean traducidas a lenguas extranjeras y cantadas en el escenario mundial", dice. Liu Rihong, que tiene 18 años, forma parte de la etnia han y ha aprendido canciones folclóricas con Lu durante siete años. Bajo el nombre de "Little Sun", tiene más de 10.000 seguidores en Douyin. "Antes, Liu Sanjie solo cantaba sobre la vida rural, por ejemplo enseñando a la gente a cultivar el arroz. Yo estoy estudiando gestión turística en la universidad y utilizo canciones folclóricas para impulsar las atracciones turísticas de Liuzhou", comenta Liu Rihong. Lu asegura que hoy en día los jóvenes todavía encuentran parejas sentimentales cantando canciones folclóricas en línea, pero, además de eso, el género también desempeña otras funciones, por ejemplo la promoción de especialidades de la cocina local como el "luosifen", un plato de fideos conocido por su olor penetrante. "Las canciones folclóricas cuentan la historia de Liuzhou, de Guangxi y de China", afirma. Hoy en día, el parque Yufeng celebra regularmente concursos de interpretación de canciones folclóricas. Wei Lili cuenta que se ha encontrado con entusiastas del canto de todo el país, e incluso de más allá de las fronteras nacionales, con aficionados de India, Tailandia, Malasia y Rusia ansiosos por compartir sus propias canciones. "Las canciones folclóricas me ayudan a entender las distintas culturas y los diferentes grupos étnicos. Ellas conectan a la gente y le ayudan a hacer más amigos. Esto también es muy útil para el proceso de heredar las canciones folclóricas a las nuevas generaciones", sostiene Wei.