"La medicina tradicional china es parte de nuestro ADN cultural, un legado que, a pesar de los avances, sigue siendo esencial en nuestras vidas”. La definición del escritor chino Mo Yan, Premio Nobel de Literatura, adquiere hoy una sorprendente actualidad y ayuda a entender el actual proceso de transformación de una práctica milenaria que – reconocida oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019 – ya se utiliza en casi 200 países y regiones de todo el planeta. En efecto, la Medicina Tradicional China (MTC) es uno de los sellos distintivos de la cultura del país asiático, por lo que la más simple noticia, proyección o descubrimiento en cualquiera de sus modalidades suele tener un impacto inmediato en la vida cotidiana de cientos de millones de personas. De ahí la importancia del reciente anuncio de la Administración Nacional de Medicina Tradicional China (NATCM), de establecer un plazo de 3 a 5 años para desarrollar una “MTC digital e inteligente” que funcione al 100% de sus capacidades asistenciales y terapéuticas. El objetivo de esta iniciativa es profundizar un proceso que, de alguna manera, ya comienza a vislumbrarse en las actuales prácticas y servicios de la MTC, con medidas concretas que van desde la construcción de farmacias inteligente a la digitalización total de los servicios de las instituciones de salud. Y que respecto a la preservación de sus milenarios conocimientos, planea impulsar la creación de bases de datos de libros antiguos, reliquias culturales y todo tipo de información vinculada con las distintas especialidades. Para advertir la importancia de los cambios que impulsa China es preciso entender la magnitud que tienen las prácticas de MTC dentro de su territorio:
La MTC se practica en casi 200 países y regiones del planeta, según destacó Tang Xudong, investigador principal de la Academia de Ciencias Médicas Chinas.
Informes oficiales estiman que aproximadamente el 85% de la población – es decir, más de 1.200 millones de habitantes – han recurrido en algún momento de su vida a tratamientos de acupuntura, fitoterapia, moxibustión y masajes Tui Na. Los centros de salud comunitarios que pueden ofrecer servicios de MTC alcanzan el 99,5%, casi la totalidad de los establecimientos disponibles, según precisó oportunamente Yu Yanhong, directora de la citada Administración Nacional de Medicina Tradicional China (NATCM). La MTC se practica en alrededor del 89% de los hospitales públicos integrales de grado secundario y superior, y en el 62,8% de los centros de salud materno-infantiles. Las visitas ambulatorias a los establecimientos de MTC alcanzaron el impresionante número de 1.280 millones en 2023, según los últimos informes oficiales. Para 2025, se calcula que el personal sanitario dedicado a la MTC superará el millón de personas. Y para 2026, se espera que el mercado de servicios de MTC alcance los 7,13 billones de yuanes, con una tasa anual de crecimiento que supera el 6% desde 2022, según las proyecciones del instituto de investigación sanitaria VCBeat Research. “El desarrollo de la medicina tradicional se ha integrado profundamente con las nuevas tecnologías, como los macrodatos, el internet de las cosas y la inteligencia artificial. Su modernización se ha acelerado y la innovación se convirtió en un nuevo motor para su herencia y desarrollo”, sostiene Geng Funeng, el vicepresidente de la Asociación China de MTC y titular de Good Doctor Group, una de las empresas privadas del sector.
El objetivo de las autoridades chinas es establecer un plazo de 3 a 5 años para desarrollar una “MTC digital e inteligente”.
LA RUTA DE LA MTC Como muchos saben, la MTC tiene sus cimientos en la curación holística y la atención preventiva, procurando un sistema integral de cuidados médicos que incluye prácticas como la acupuntura, la fitoterapia, la tuina (masaje terapéutico chino), la terapia dietética y la aplicación de ventosas. La MTC comenzó a difundirse por el mundo hace más de 2.000 años, a través de la antigua Ruta de la Seda, aunque desde el lanzamiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, en 2013, su desarrollo se ha multiplicado en los cinco continentes, al punto que en la actualidad se practica en casi 200 países y regiones del planeta, según destacó Tang Xudong, investigador principal de la Academia de Ciencias Médicas Chinas. “La sabiduría y los métodos de la medicina tradicional china ya se han integrado en la vida cotidiana de la gente común”, agregó Tang, al referirse a la creciente popularidad de la MTC en el tratamiento de un amplio espectro de enfermedades, desde dolencias menores como un resfrío, hasta la combinación de quimioterapia con fitoterapia y acupuntura en los casos de pacientes oncológicos. En la actualidad, las autoridades sanitarias suelen utilizar la expresión “puentes de salud” para describir los intercambios globales logrados a través de la MTC. Desde hace años, estudiantes de todo el mundo realizan prácticas de especialización en centros de salud chinos, al tiempo que expertos de distintas universidades del país asiático suelen recorrer el mundo, promoviendo las bondades de su forma de prevenir las enfermedades. En la Argentina, si bien no existe una cifra oficial sobre la cantidad de personas que practican la MTC, las asociaciones y centros alternativos de salud calculan en decenas de miles el número de pacientes que se atienden, sobre todo, en la ciudad de Buenos Aires y las principales áreas urbanas de las provincias. En el país no existe una ley nacional sobre MTC, aunque diversas provincias establecieron marcos legales que restringen su práctica a médicos y profesionales de la salud que hayan sido oportunamente capacitados. Distritos como CABA, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe hacen especial eje en la regulación de la acupuntura, como si se tratara de la única terapia de la medicina tradicional que se aplica en territorio argentino. Un ejemplo del desarrollo de la MTC en las provincias argentinas es el Instituto Técnico Superior de Medicina China, que funciona desde hace veinte años en el distrito mendocino de Godoy Cruz. La entidad, una de las pocas en su tipo en la región, ofrece una tecnicatura superior en acupuntura, un diplomado en medicina china para kinesiólogos y profesionales de la salud, cursos de tuina y clases de qigong médico. “La medicina china puede ser muy útil en el sistema de salud público. Entre otras cosas planteamos estudios bioestadísticos que demuestran la eficacia de la acupuntura en las patologías más frecuentes, como las traumatológicas, las lumbalgias, la cervicalgia, y también en casos de ansiedad, depresión y neurosis”, explicó a la agencia Xinhua el director del instituto, Luis Glielmi. Esta mirada sobre la MTC no sería completa si no advirtiera que así como se practica en gran parte del mundo, en muchos países aún se mantienen firmes las dudas, cuestionamientos y rechazos por la falta de pruebas científicas que avalen sus procedimientos médicas. A esta polémica ahora se suma el ambicioso proyecto de desarrollar en el mediano plazo una “MTC digital e inteligente”. El debate parece no tener cura, valga la paradoja.