Los tatuajes de la sensualidad

El erotismo perverso, las relaciones de dominación y las mujeres fatales recorren “Tatuaje”, la novela del escritor japonés Junichiro Tanizaki, adaptada al cine por Yasuzo Masumura.  Los secretos y tabúes del “irezumi”.
Fuente: Koratai - 2017-05-23
El irezumi es el arte arte del dibujo con agujas y pigmentos sobre la piel humana, una técnica artística con una larga tradición en Japón y en la que cada motivo, cada dibujo, tiene una significación oculta. Así, animales mitológicos como el dragón, peces como la carpa, leones, flores o seres sobrenaturales como los demonios oni tienen un porqué y un significado. Se trata de un arte, también, que aún supone para la sociedad nipona un cierto tabú, especialmente por su vinculación a grupos violentos como la yakuza.

Sin embargo, durante la época Edo (1603-1868) el arte del tatuaje estaba más extendido y tenía una consideración más elevada que la actual. Es en este contexto donde el escritor Junichiro Tanizaki (1886-1965) sitúa su relato “Tatuaje” (Shisei, 1910), en el que un experto tatuador, Seikichi, artista y pintor en el pasado, decide hacerse tatuador para experimentar un cierto placer sádico al infringir dolor a sus clientes. 
El libro de Tanizaki cuenta la historia de un artista que empieza a realizar tatuajes para experimentar cierto placer sádico al infringir dolor a sus clientes.
Obsesionado por encontrar el lienzo más perfecto para su obra, un día conoce a una aprendiz de geisha que responde a sus inquietudes y decide que le tatuará a toda costa un motivo de su elección. Tras el encuentro, el lector asistirá al desvelamiento paulatino de la verdadera personalidad de ambos personajes.

“Tatuaje” es un relato cargado de sensualidad que bordea los abismos del sadismo y que tuvo una adaptación cinematográfica en 1966, “Irezumi”, de Yasuzo Masumura. Es quizá, pese a ser una obra de juventud, uno de los relatos de Tanizaki que mejor condensa algunos de sus principales intereses: el erotismo perverso, las relaciones de dominación y sadismo, la crueldad, las mujeres fatales, y ese gusto por lo oscuro, por la penumbra de la realidad que dio lugar a una de sus obras más célebres, el ensayo Elogio de la sombra (1933).

“Tatuaje” es un relato breve que se disfruta por la capacidad de Tanizaki de crear atmósferas turbias, sugerentes y hermosas.