En una nación famosa por sus canciones pop y el té de burbujas, Freddy Lim siempre ha sido una especie de oveja negra. Lim, de 41 años, es una figura destacada en los círculos de música underground de Taiwán; hasta hace poco era conocido como el líder del grupo de heavy metal Chthonic, a veces llamado el “Black Sabbath de Asia”. Pero Lim ha puesto en pausa su carrera musical de más de dos décadas para redirigir su energía a una actividad más reservada: servir como miembro del Yuan Legislativo de Taiwán. “Mis fanáticos se la pasan preguntándome cuándo voy a dar un grito metalero en el parlamento”, dijo Lim, con una sonrisa juguetona, durante una entrevista ofrecida hace poco en su oficina. Esta es un santuario de alguien creativo situado en un edificio gubernamental por lo demás monótono en el centro de Taipéi. Los ecos de su alter ego musical, con ropa negra de cuero y cara pintada, pueden apreciarse en la oficina de Lim, aunque ahora use una vestimenta más burócrata. La batería electrónica. Un póster en blanco y negro de David Bowie. Una foto tomada durante un concierto atestado de Chthonic que también fue acto de campaña electoral en la Plaza de la Libertad, en Taipéi, en 2015. Exhibido detrás del escritorio de Lim hay un retrato del dalái lama con una altura del piso al techo: “Uno de mis mentores en la mi vida”, dice.
Esa cola de caballo ahora es la marca característica de un hombre que ha emergido como uno de los líderes de un movimiento impulsado por la juventud que pugna por el cambio progresivo y la independencia de Taiwán.
Otra reliquia de su vida de rockero es la larga melena, que se ha propuesto conservar desde que un político del rival Partido Nacionalista urgió a los votantes durante la campaña electoral a que no votaran por Lim pues su pelo, dijo el oponente, “es más largo que el de una mujer”. Esa cola de caballo ahora es la marca característica de un hombre que ha emergido como uno de los líderes de un movimiento impulsado por la juventud que pugna por el cambio progresivo y la independencia de Taiwán. “Freddy es una estrella de rock y es muy carismático”, dijo Huang Kuo-chang, un compañero legislador y presidente del Partido del Nuevo Poder, el organismo político de izquierda que Lim ayudó a lanzar en 2015. “Nos ha ayudado a traer gente a la que anteriormente no le interesaba la política para nada”, añadió. El giro de Lim hacia la política empezó en la primavera de 2014, cuando cientos de estudiantes ocuparon el parlamento de Taiwán para protestar contra un acuerdo comercial con China que temían que haría que Taiwán se volviera más vulnerable a la influencia de Pekín. Durante casi un mes, miles de simpatizantes se unieron a los estudiantes en las calles en una muestra de resistencia notable que llegó a conocerse como el Movimiento Girasol. En ese entonces vocalista principal de Chthonic y presidente de Amnistía Internacional Taiwán, Lim fue de las personalidades más reconocidas en las manifestaciones.
“Como taiwanés, me sentía raro cantando los típicos temas metaleros de vampiros y satanás. En cambio, usamos la mitología taiwanesa e historias populares como fuente para nuestro material”, dijo.
En el corazón de las protestas estaba un tema que desde hace mucho ha formado el eje sobre el que giran las políticas taiwanesas: las relaciones con China continental. Mientras que muchos en Taiwán todavía esperan la reunificación con China, hay sondeos que muestran que un número creciente de taiwaneses siente poca o nula conexión con el territorio continental. “La generación más joven es totalmente distinta a la de sus padres”, dijo Lim. “Los llamamos los tianran du o ‘partidarios naturales de la independencia taiwanesa’. Nacieron en un país de democracia y libertad. Para ellos, ni siquiera es una pregunta: Taiwán es independiente”, señaló. Pese a su actitud jovial y apariencia juvenil, Lim no cae en la categoría de tianran du. Nacido en 1976, este nativo de Taipéi vivió los años de la ley marcial. En los salones de clase, los maestros enseñaban historia de China continental en lugar de la de Taiwán. Los niños eran castigados por hablar hokkien taiwanés (en ese entonces el idioma nativo de más de la mitad de la población de Taiwán) en lugar de mandarín. Cuando Lim creció, no obstante, se desprendió de esas enseñanzas. Ser taiwanés, comprendió Lim, significaba mucho más que ser chino. Esa creencia en una identidad taiwanesa separada después se volvió parte de su música. “Como taiwanés, me sentía raro cantando los típicos temas metaleros de vampiros y satanás”, indicó Lim. “En cambio, usamos la mitología taiwanesa e historias populares como fuente para nuestro material. Se convirtió en una manera de formar mi identidad y profundizar en la historia taiwanesa”, dijo. Con su grupo, Lim recorrió el mundo durante años, introduciendo a los fanáticos del heavy metal a lo que el grupo llamó “metal del oriente” (algo así como gritos metaleros yuxtapuestos con instrumentos tradicionales asiáticos). En 2007, Chthonic logró un espacio para novatos en Ozzfest, el tour anual de Ozzy Osbourne de grupos de rock pesado y música metálica, y se convirtió así en uno de los primeros grupos taiwaneses de música metalera en hacer gira por Estados Unidos. Luego de poco más de un año en el cargo, Lim y el Partido del Nuevo Poder siguen en el proceso de hacer la transición de activistas a políticos. Con apenas cinco legisladores en un parlamento de 113 escaños, el partido sigue muy lejos de su meta declarada de desplazar al Partido Nacionalista y convertirse en uno de los dos principales partidos políticos de Taiwán, junto con el Partido Progresista Democrático. Además de reclutar gente, Lim dice que por ahora está enfocado en las prioridades nacionales del partido, que incluyen cambiar los procesos de referendo y juicio político de Taiwán.