El conocimiento que tienen los pueblos de China y Argentina sobre ambas sociedades se ha robustecido gracias al periodismo cultural, y muestra de ello es la fuerza que ha adquirido en los últimos años la revista "Dang Dai", la primera de intercambio cultural bilateral. Con más de siete años circulando en la ciudad de Buenos Aires, "Dang Dai" es una suerte de enclave cultural chino en pleno corazón de la ciudad porteña, al hacer una clara apuesta a las expresiones artísticas y de tradición chinas. Sin embargo, logra frenar el sentido unidireccional de la cultura al visibilizar los quehaceres argentinos y sus repercusiones en el país asiático, en un momento en el que la sociedad ha comprendido la distinción entre la exploración y la identidad. Ejemplo de ello es la reseña sobre la reciente visita a Beijing de bailarines pertenecientes a la compañía de Tango por la Paz, de la ciudad de La Plata, y la enseñanza del baile que lograron impartir a ciudadanos chinos. En ese mismo sentido, los contenidos sobre música, cine, turismo, literatura y gastronomía abrazan a las dos naciones, e incluso pueden verse hasta anécdotas que involucran la impronta del célebre escritor argentino Jorge Luis Borges, y sus coincidencias con la cultura oriental. El director periodístico, Gustavo Ng, comenta a Xinhua que "lo que aspiramos con la revista es conectar a los distintos ámbitos que están en Argentina que tienen relación con China", al tiempo de reconocer que lo que le motivó desde un principio a "casarse" con el proyecto de la publicación son sus orígenes asiáticos.
Además de ofrendas a la cultura de China y Argentina, en "Dang Dai" se exponen contenidos de vasta utilidad para quienes deseen conocer el ámbito empresarial, los negocios y el comercio del país asiático.
Pero además, advierte Ng, que para muchos latinoamericanos aprender hoy de China y su cultura milenaria representa dar un paso adelante hacia el futuro cercano, lo cual no resta que surjan en el camino nuevos desafíos. La revista "Dang Dai" aflora en una década signada por el acercamiento entre China y América Latina y el Caribe, la iniciativa de la Franja y la Ruta, y un cambio del centro económico mundial con miras a la región del Pacífico. Por ello, el acrecentado interés de los latinoamericanos por aprender del comercio en China, las tecnologías y la industria, pasa también por prestar atención al idioma, las formas de relacionamiento, la motivación espiritual y las creencias, agrega el también antropólogo y periodista. Pondera Ng, por ejemplo, que en Buenos Aires haya crecido la asistencia de argentinos a la celebración del Año Nuevo Chino, una de las fiestas de la tradición china más conocidas en el mundo, y que en 2016 contabilizó más de 200.000 personas. Pero además de ofrendas a la cultura de China y Argentina, en "Dang Dai" se exponen contenidos de vasta utilidad para quienes deseen conocer el ámbito empresarial, los negocios y el comercio del país asiático.
"Lo que aspiramos con la revista es conectar a los distintos ámbitos que están en Argentina que tienen relación con China", afirma el director periodístico Gustavo NG.
Otro de los pilares de la revista es contar con fuentes propias y un discurso independiente, asegura el periodista, quien observa con preocupación la hasta ahora escasa difusión y conocimiento que se tiene en Argentina sobre la realidad china. Actualmente, la publicación se distribuye trimestralmente y cuenta con un "newsletter" y un espacio en la web actualizado diariamente, que es www.dangdai.com.ar. Los más de 30 artífices de "Dang Dai" unen sus esfuerzos en la Casa de la Cultura China, radicada al este de la ciudad, la cual a su vez se adscribe a la Universidad de Congreso de la provincia de Mendoza (oeste). Ng, junto al periodista Néstor Restivo, otro de los fundadores, ha transitado un camino versado de conocimientos sobre China, que lo han llevado a ser autor de otras publicaciones como "Horóscopo Chino 2017, el "Año del Gallo de Fuego" y "Mariposa de Otoño". En este último título, Ng hace referencia al nombre de su hermana "Anita" en cantonés; allí también rememora los años de su infancia en los tres territorios que lo abrigaron: Buenos Aires, Beijing y Nueva York.