Una impresionante edición de 700.000 ejemplares de la última novela del escritor japonés Haruki Murakami ya está en preventa en China. La obra "Kishidancho Goroshi", traducida al español como "Matar al comendador", ha recogido elogios y generado un inusual interés entre los lectores chinos porque reconoce la Masacre de Nanjing, cometida por el ejército japonés tras la caída de la ciudad en 1937. El editor literario chino de la obra de Murakami, la Editorial Shangai Translation, anunció que la fecha de la esperada publicación será el próximo 10 de marzo.
La novela trata sobre un pintor y su vecino, y su investigación sobre el misterio que rodea a un cuadro titulado "Matar al comendador" que estaba guardado en su desván.
Como se sabe, el libro ya fue publicado en Japón el año pasado. Se trata de la primera gran novela del consagrado escritor en los últimos siete años, lo que naturalmente generó una gran expectativa en todo el mundo y la convirtió en un éxito de ventas inmediato. Partes de la novela tratan sobre un pintor y su vecino y su investigación sobre el misterio que rodea a un cuadro titulado "Matar al comendador" que estaba guardado en su desván.
La novela del japonés Murakami recibió numerosas críticas de sectores de extrema derecha de su país, que niegan la masacre.
Mientras habla de la vida del pintor, el vecino se refiere a una serie de sucesos entre 1937 y 1938 que resultaron "letales" para Japón y que dieron un vuelco a la vida del artista y su familia, entre ellos el comienzo a gran escala de la guerra de invasión de Japón contra China y la Masacre de Nanjing. La novela recibió críticas de sectores de extrema derecha de Japón, que niegan la masacre. La Masacre de Nanjing tuvo lugar en los años 30 del siglo XX. Historiadores la calificaron como una de las páginas "más tenebrosas en los anales de la civilización moderna" así como un "registro de atrocidades nunca vistas en la historia moderna". Las tropas japonesas, luego de haber ocupado Shanghai, Suzhou y Hangzhou, conquistaron a Nanjing, la entonces Capital de China, el 13 de diciembre de 1937. Según estadísticas del Tribunal Internacional del Lejano Oriente en el año 1946 y numerosos registros históricos, en seis semanas un total de 300.000 militares y civiles chinos resultaron muertos a tiros, quemados, enterrados vivos o asesinados; una tercera parte de las casas de la ciudad fueron quemadas y más de 20,000 mujeres fueron violadas.