El nüshu, que literalmente significa "escritura femenina", está reconocido como la única escritura del mundo inventada y utilizada sólo por mujeres. Apareció en el seno de la población rural del valle del río Xiao que atraviesa el distrito de Jiangyong en la provincia de Hunan y cuya cultura se caracteriza por la mezcla de elementos yao y han. La escritura nüshu deriva de los caracteres chinos, pero en lugar de tomar una forma cuadrada, adopta trazos filiformes y oblicuos en forma de losanges. Adaptado al dialecto local (chengguan tuhua), esta escritura consta de cuatro elementos principales: el punto y las líneas verticales, inclinadas y arqueadas. El primer objeto aseverando la existencia del nüshu es una moneda de bronce, descubierta en Nankín, capital de la provincia de Jiangsu. Se remonta a la época del Reino celestial de la gran paz (1851 a 1864), un reino rebelde, conocido por haber introducido importantes reformas sociales y adoptado, en cierta medida, políticas sobre la igualdad de género. La pieza contiene una inscripción de ocho caracteres nüshu que significa: "Todas las mujeres bajo el cielo pertenecen a la misma familia" Una cultura soleada El nüshu se transmitía principalmente de madre a hija y se practicaba entre hermanas y amigas por placer. La escritura fue utilizada por mujeres de la sociedad feudal que no tenían acceso a aprender a leer y escribir. Las mujeres emplearon esta escritura silábica con frecuencia para escribir sus autobiografías, los sanzhaoshu o Cuadernos del tercer día (votos dirigidos a las novias tres días después de la ceremonia nupcial) y cartas entre "hermanas juramentadas" (en los círculos de bordadoras, las muchachas prestaban, de dos en dos, un juramento de apoyo mutuo), pero también para transcribir canciones folklóricas, acertijos y traducciones de antiguos poemas chinos. También se usó para escribir canciones pastorales que elogiaban la moralidad, la necesidad de ayudar a su esposo y la frugalidad en el manejo del hogar. Todos estas obras estaban en forma de poemas, consistiendo principalmente de siete caracteres, y a veces de cinco.
Esta escritura se puede encontrar tanto en papel como en abanicos, así como en ropas, pañuelos y cinturones.
Según Zhao Liming, de la Universidad Tsinghua de Pekín, el nüshu no solo es una escritura, sino que es una cultura femenina tradicional china típica. Fue como un rayo luminoso que hizo más dulce la vida de las mujeres. "El nüshu permitió a las mujeres expresarse y luchar contra la dominación masculina", agregó. Un día, una practicante de nüshu sentenció: "Los hombres tienen su escritura, sus libros y sus escritos, son hombres virtuosos. Nosotras tenemos nuestra escritura, nuestros libros y nuestras escrituras, somos mujeres virtuosas”. El profesor Zhao Liming explica que las mujeres se reunían normalmente para bordar y cantar canciones escritas en nüshu. De hecho, esta escritura se puede encontrar tanto en papel como en abanicos, así como en ropas, pañuelos y cinturones. "Cada mujer en Jiangyong escribió su biografía con sus propias manos", dice Zhao Liming. "Quienes no sabían escribir dependían de las otras. Después de su muerte, las hijas escribían las biografías de sus madres. " Al igual que una planta frágil, el nüshu se marchitaba con la muerte de su autora. A menudo, las mujeres mayores solicitaban, antes de morir, que colocaran uno u otro de sus escritos en su féretro o que quemaran otro, de modo que pocos de ellos pasaron a la posteridad. "El contenido de las obras nüshu se inspiró en la vida cotidiana de las mujeres: matrimonio, familia, interacciones sociales, anécdotas, canciones, acertijos. Constituyen un corpus rico de informaciones sobre las costumbres populares y son de gran valor para la investigación en lingüística, etimología, arqueología, antropología y otras áreas de las humanidades y las ciencias sociales", explica el profesor Zhao Liming, estudioso del nüshu desde hace unos treinta años. Tras varios años de investigación, su equipo de la Universidad de Tsinghua ha recopilado y traducido más del 95% de los documentos nüshu existentes. Publicado en 2005, bajo el título Colección de obras chinas en nüshu, esta compilación en cinco volúmenes es la más completa jamás realizada. Hasta entonces, solo un capítulo del libro Diez años de historia de Jiangyong (1959) se había dedicado a esta escritura, mientras que las primeras referencias escritas al nüshu aparecieron en las Notas de consulta del distrito de la provincia. Hunan (1933). “Al usar sus propios escritos para confiar, consolarse mutuamente, contar sus penas o elogiarse, las mujeres han conseguido construir su propio paraíso espiritual”, afirma Zhao Liming. “Tianguang (luz celestial) es una palabra que a menudo aparece en sus escritos. Esta palabra les dio coraje, les ayudó a superar las dificultades y les sirvió de guía para una vida mejor. Además, ninguna de ellas se suicidó: la luz celestial las hizo fuertes y optimistas. Incluso llorando, anhelaban vivir al sol”. Escritura de lagrimas “Esta escritura ha ayudado a las mujeres Jiangyong a enjugar sus lágrimas”, explica Tan Dun, célebre compositor chino y embajador de buena voluntad de la UNESCO. En 2008 regresó a su provincia natal, Hunan, para investigar sobre la cultura nüshu. “A la entrada de Shanggangtang Village vi un puente de la dinastía Song de ochocientos años de antigüedad, cuya mitad se había derrumbado. Me recordó al nüshu, que también está en peligro”, consignó en su diario de viaje. Es así como se prometió hacer todo lo posible por salvar esta escritura, cuyos caracteres se asemejan a “notas de música que vuelan al capricho de los vientos” y que algunas suelen evocarle las formas del arpa o la pipa (laúd tradicional) china. Y fue ahí cuando nació la idea de una nueva sinfonía: “Nüshu, canto secreto de las mujeres”. Desde 2013, la Orquesta de Filadelfia (Estados Unidos), la Orquesta del Concertgebouw (Países Bajos) y la Orquesta sinfónica de la NHK (Japón) han coproducido este poema sinfónico en las salas de conciertos más prestigiosas del mundo. El nüshu ha pasado de ser una cultura femenina secreta y confidencial a ser una “cultura del mundo”, expresó Tan Dun, para quien el éxito de su sinfonía “muestra el respeto del mundo por la utopía de las mujeres”.
“El secreto de la inmortalidad reside en el esfuerzo por preservar las tradiciones culturales en peligro y legarlas a la posteridad”, dice Tan Dun.
Esta obra maestra contemporánea de trece movimientos combina tradiciones musicales orientales y occidentales y refleja diferentes aspectos de la cultura nüshu: canciones que acompañan el acicalado de la novia o la separación de ésta de su madre; otras que tristemente evocan medio siglo de vida matrimonial o expresan la nostalgia por las amigas de la infancia. El instrumento central es el arpa que suena, según la fórmula del compositor, como “un relato de mujer que solloza”. Tan Dun presenta en su sinfonía trece secuencias de un vídeo que él mismo realizó en 2008 en China. Fue la primera vez que alguien filmó la cultura tradicional nüshu. En la aldea de Shang Gan Tang, el compositor se reunió con seis mujeres capaces de escribir nüshu. Fueron nombradas custodias de la tradición nüshu por el gobierno del distrito. Gracias a ellas, esta antigua cultura puede transmitirse hoy a las nuevas generaciones. “El secreto de la inmortalidad reside en el esfuerzo por preservar las tradiciones culturales en peligro y legarlas a la posteridad”, dice Tan Dun. Muerte y resurrección La muerte el 20 de septiembre de 2004 de la centenaria Yang Huanyi marcó el comienzo de una nueva era, la del post-nüshu. Fue una de las más famosas, pero también la última, escritora y poseedora de la cultura nüshu. El peligro de la desaparición del nüshu y la necesidad de su protección suscitaron una atención particular por parte de los gobiernos locales. Así, en 2002, el nüshu fue inscrito en el Registro nacional del patrimonio documental de China. A partir de 2003, se realizaron talleres en el distrito de Jiangyong para capacitar a nuevas practicantes de nüshu. En 2006, el Consejo de Estado incluyó al nüshu como Patrimonio cultural inmaterial nacional de China. En mayo de 2007 se construyó un Museo del nüshu en la isla Puwei, en el distrito de Jiangyong. Rodeada por el río Xiao, en medio de un paisaje encantador, la isla alberga Puwei Jinmei, aldea natal de muchas renombradas autoras en nüshu desde la cual la escritura nüshu fue propagándose en la región. Según Yang Cheng, director del departamento de información del distrito, “la cultura tan particular del nüshu es la quintaesencia de la sabiduría colectiva de las mujeres de Jiangyong. Refleja su inteligencia, autoestima, coraje y espíritu creativo. Es una hermosa flor que florece en el jardín de mil flores de la humanidad. La protección de esta cultura local requiere una toma de conciencia por parte de académicos, artistas y autoridades, pero sobre todo de los habitantes de la región”. En los últimos años, China ha realizado esfuerzos en materia de legislación y planificación en materia lingüística, así como para una mayor informatización y estandarización de los idiomas. Así, el distrito de Jiangyong fue designado zona piloto para un proyecto ecolingüístico en el marco de un plan iniciado en 2015 por el gobierno chino para proteger los recursos lingüísticos. Actualmente, las autoridades locales encargan a profesionales del nüshu (investigadores, autores) la redacción de manuales fáciles de comprender, explicar en qué contexto apareció la cultura Nüshu, qué valores transmite y cuáles son los conocimientos básicos para adquirirla y cómo conservarla y transmitirla. La idea es incorporar el nüshu en los planes de estudio de las clases opcionales de escuelas primarias y secundarias a fin de promoverlo lo más ampliamente posible. Estilo colorido Como el nüshu ha sido una escritura popular, proveniente de un dialecto no estandarizado, los escritos nüshu están fuertemente influenciadas por el estilo de cada autora, a menudo colorido tanto por su elección de las palabras como por su personalidad. El profesor Zhao Liming dirigió un trabajo de investigación respecto de los caracteres básicos más utilizados de los 220.000 contenidos en los escritos nüshu, posibilitando por primera vez la normalización del idioma. En 2015, la Organización Internacional de Normalización (ISO) reconoció 397 caracteres nüshu, y en marzo de 2017, el nüshu hizo su entrada en el conjunto de caracteres codificados universales (UCS), por tanto, ya puede transmitirse sobre una base científica. Salvaguardar y proteger la cultura nüshu es una tarea compleja que se inscribe en muy vastos programas de ingeniería social, y el desarrollo del espacio cultural en la era de la información le brindará una nueva vitalidad. Entre sus muchos adeptos, algunos admiran la simplicidad de su escritura y lo estilizado de su caligrafía; otros exploran las posibilidades de hacer negocios creando productos culturales innovadores inspirados en el nüshu; otros, finalmente, lo usan para promover la cultura femenina tradicional.