Maryam Palizgir es una artista y diseñadora iraní que vive y trabaja actualmente en Estados Unidos. Su trabajo es de naturaleza interdisciplinaria, ya que combina el dibujo de segunda y tercera dimensión, pintura escultórica y obras que se enfocan en la interacción de las formas geométricas abstractas, color, objetos reflectores e incorporación de capas de materiales tipo rejilla. Palizgir, que imparte clases de arte en la Escuela de Arte Ernest Welch en la Universidad Estatal de Georgia, ha realizado exhibiciones en Irán, varios países europeos, Estados Unidos y Rusia, y ha recibido varios premios iraníes e internacionales. Su obra más reciente, Misterio Cubierto, explora cómo el conocimiento se intercambia, cómo la percepción amplia la perspectiva, y cómo la observación profundiza la comprensión de la realidad. “Busco crear obras de arte que se activan una vez que el observador se involucra”, afirma Palizgir. “Misterio Cubierto trata de desafiar las percepciones de los observadores”. En esta entrevista Palizgir habla sobre su trabajo, su experiencia como artista iraní y las restricciones que esto implica debido a la censura estatal de la expresión artística en Irán y los estereotipos occidentales sobre los iraníes en Estados Unidos.
"Parte de mi trabajo consiste en crear obras sobre problemas ambientales, pero no podía abordar tales problemas de la misma manera en Irán".
– ¿Cómo se diferencia tu experiencia de asistir a una escuela de arte en Estados Unidos y en Irán? – El programa de posgrado aquí en Estados Unidos está diseñado para artistas que quieran incorporar los medios en la práctica artística y quieran desarrollarse en áreas como la representación, la obra y las formas de arte interactivo y relacional. Cuando estudié la Maestría en bellas artes, mis profesores me exhortaron a buscar mi propio estilo en tres años de tareas de curso, seminarios sobre la historia del arte, seminarios interdisciplinarios y práctica en talleres. El plan de estudio del programa de Maestría en Bellas Artes en Estados Unidos se basa en desarrollar el pensamiento crítico, práctica en talleres y críticas, que son esenciales para que un artista contemporáneo desarrolle su vocabulario en las bellas artes. Esos elementos del programa no están contemplados en Irán. No existe ningún programa de Maestría en bellas artes en el país que se enfoque en una práctica interdisciplinaria del arte. En un programa de posgrado en Artes en Irán, uno se enfoca solo en una disciplina, por ejemplo, la pintura, la escultura o la fotografía. – ¿Hubo alguna diferencia en lo que respecta a libertad de experimentar con temas diferentes? –En Estados Unidos no existe ninguna limitación sobre los temas o cómo tratarlos. Como artista, aquí, puedo trabajar libremente en cualquier tema social o político. En Irán, no tenía libertad para realizar una declaración que podría estar en contra de las opiniones políticas o sociales [del Gobierno], y la censura tiene un efecto significativo en la expresión artística. Por ejemplo, parte de mi trabajo consiste en crear obras y arte representativo sobre problemas ambientales, pero no podía abordar tales problemas de la misma manera en Irán. Para mi proyecto Recipiente de la Tierra abordé la crisis del lago Urmia de Irán, y después de trabajar con científicos, descubrí que el mismo fenómeno ocurre en el lago Salado en Utah, Estados Unidos. Quise realizar una serie donde se visualizaran estos dos lagos juntos, ya que los científicos los llaman “gemelos”. Por las restricciones de la censura en Irán, solo exhibí el componente del lago Urmia de este proyecto, aunque quería presentar los dos juntos, y así crear un puente entre las dos culturas y lo que está sucediendo en los dos lagos. Trabajar en asuntos ambientales, como la escasez del agua, no está permitido para los artistas (y también para los activistas) en Irán. La sequía se considera como un problema de seguridad nacional en el país, y es un tema delicado, puesto que los expertos culpan a las autoridades por el mal manejo de los recursos hídricos del país. – Las galerías y la comunidad del arte, los coleccionistas y las escuelas de arte – en Occidente, particularmente en Estados Unidos– a menudo consideran a los artistas provenientes de Oriente Medio (incluido Irán) a través de estereotipos. ¿Has pasado por esto? – Dentro de la comunidad del arte estadounidense, en especial entre los curadores y propietarios de galerías, me consideran como una artista que nació y creció en una geografía y cultura particular, y esperan que cree arte que se ajuste a sus estereotipos en lo que respecta a tema y forma. Me solicitan a menudo que añada elementos de caligrafía, temas islámicos o asuntos políticos en lo que realizo. No quiero esa proyección occidental de mí –o la censura del lado iraní. Quiero que me consideren como una artista visual y expresar mi arte a través de cualquier tema y en cualquier forma y, desdibujar esos límites. Necesitamos que otros artistas no occidentales creen arte sobre temas universales para romper esas barreras.
"El panorama del arte en Irán creció en la última década. Muchas galerías de arte profesional han abierto sus puertas en Teherán".
– En tu colección más reciente, Misterio Cubierto, ninguno de estos elementos culturales están presente. Es abstracto, interpretativo y enigmático. No obstante, ¿estas características aún se relacionan con una percepción del arte que proviene de Oriente? – Bueno, indudablemente mi contexto sociocultural formó mi memoria visual y afectó la ejecución de mi arte. En el proyecto Misterio Cubierto, intenté ir más allá de los clichés del arte oriental, mediante el uso de una combinación dinámica de materiales, métodos, conceptos y temas que desafían los límites tradicionales y se oponen a la definición fácil. Misterio Cubierto personifica la complejidad de la simplicidad y señala que la percepción puede ampliar nuestra perspectiva por medio del desplazamiento. Además, a través de la producción cruzada de dibujo, escultura y fotografía, el proyecto estimula al cuestionamiento sobre la visión y la percepción. Creo que el pensamiento crítico está arraigado profundamente en el arte y la cultura oriental. –¿De qué manera se refleja la identidad en tu trabajo? – Antes de mudarme a Estados Unidos, creé una pieza titulada Identidad, mientras realizaba una residencia en el sur de Francia. En 2015, critiqué la idea de la identidad nacional versus la identidad universal mediante una obra en tercera dimensión. Estoy comprometida con la idea de ser ciudadana mundial, con derechos y responsabilidades civiles que se derivan de ser un miembro del mundo, con una filosofía y sentimientos de un mundo integral, en lugar de ser ciudadana de una nación o lugar particular. Después de mudarme a Estados Unidos, las experiencias interculturales afectaron sutilmente la ejecución de mi arte. Experimenté el arte interdisciplinario, el proceso basado en el estudio, la arquitectura posmodernista, el minimalismo y el deconstructivismo de la cultura occidental –además de las formas geométricas abstractas, las repeticiones, el conocimiento espacial y la exploración del valor de la luz de la cultura oriental. – ¿Puedes describirnos cómo es el panorama del arte en Irán? – El panorama del arte en Irán creció en la última década. Muchas galerías de arte profesional han abierto sus puertas en Teherán, con artistas consolidados y emergentes que participan en exhibiciones monográficas o experimentales, charlas con los artistas y eventos de arte cada mes. También, se están estableciendo programas de residencia para artistas, y programas de intercambio de arte y culturales para ayudar a los jóvenes artistas experimentar fuera del país. Para mí, fue un punto decisivo en mi arte cuando asistí al programa de residencia de la Fundación de arte Cornelius, en Francia en 2014. A Irán no lo retratan de manera exacta en los medios de comunicación, por lo que existen bastantes sucesos que no son percibidos fuera del país. Para mejorar este aspecto en Irán, necesitamos infraestructura, más escritura crítica y financiación del arte. Los acontecimientos políticos y económicos recientes, en especial los que se originan en Estados Unidos, tuvieron un efecto sobre los artistas iraníes y el panorama del arte en Irán. Espero que la amplia comunidad de arte en Irán pueda abrir nuevos horizontes para los artistas iraníes.