Las tribunas vibraban en el Rose Bowl de California durante la Final del Mundial de fútbol de 1999. Se enfrentaban dos gigantes: Estados Unidos y China. Después del segundo tiempo, el resultado continuaba con un desesperante 0–0, que tuvieron que desempatar con penales. El número seis de Estados Unidos concedió la victoria a su equipo marcando con el pie izquierdo. Tras el gol, el seis reía y lloraba, se quitó la camiseta y la agitó como el lazo de un cowboy, se tiró de rodillas al césped y continuó dando saltos entre los abrazos de todo el equipo. La imagen del seis con un top negro y sin camiseta captó la atención de la prensa, aunque muchos otros jugadores hubieran celebrado sus victorias camiseta en mano. Se trataba de Brandi Chastain, una mujer. Y este, era el tercer Mundial de fútbol femenino de la historia. El primero se celebró en 1991, en China. En la primera Copa del Mundo femenina de FIFA participaron 12 equipos. Alzaron la copa las norteamericanas, que se han llevado el título en tres ocasiones (1991, 1999 y 2015). Noruega lo logró en 1995. Alemania en 2003 y 2007 y Japón en 2011. La jugadora china Qingxia Shui se lesionó justo antes del histórico encuentro. “Fue de manera inesperada antes del primer partido y perdí la oportunidad de participar en el Mundial. Es una pena que llevaré conmigo todo mi vida”, rememora la jugadora china, hoy de 51 años. Qingxia Shui, fue hasta el pasado año fue entrenadora del Shanghái: “El mercado, la afición y los patrocinadores están mucho más preocupados. y las condiciones y trato son muy superiores para el fútbol de hombres, aunque hayamos dedicado a este deporte toda una vida”. Nacida y residente en Shanghái, Shui ha jugado para el equipo de la ciudad y para la selección china entre 1984 y 2001. Fan de Messi, de lo que más orgullosa se siente es de la victoria de la selección femenina china en el subcampeonato en los Juegos Olímpicos de Atlanta.
El cuju fue un deporte muy similar al fútbol que se practicaba hace, al menos, 2.300 años en China.
Ella es un eslabón de una cadena que comenzó hace mil años en China, según unas pinturas en las que se muestra a mujeres jugando con un balón. Varias de ellas como la del artista Su Hanchen del siglo XII, en la que aparecen cuatro figuras femeninas que dan patadas a un balón de colores demuestra que en China, ya hace un milenio las mujeres jugaban al fútbol. Pese a que en Europa el fútbol se atribuye a Inglaterra, distintas culturas del planeta, en diferentes épocas, contaron con su variedad de un deporte en el que se golpeaba con el pie una pelota. Aztecas y mayas practicaron el juego de pelota hace más de 3.500 años como un deporte sagrado. El historiador y geógrafo griego Heródoto de Halicarnaso describe en “Los nueve libros de la historia” que en el reino de Lidia (en lo que hoy serían las provincias turcas de Esmirna y Manisa), allá por el siglo V a.C., se jugaba a la pelota “para divertir el hambre” y “pasaban un día entero jugando a fin de no pensar en comer”. En Roma, se practicaba el Harpastum, con una pelota pequeña y grandes dosis de violencia. También con violencia, en la Antigua Grecia se practicó el Episkyros, donde competían por el balón dos equipos rivales, en algo más parecido al fútbol americano. Existen documentos que prueban que en Japón, al menos desde el siglo VII, se jugaba al Kemari, que consistía en tocar el balón con cualquier parte del cuerpo a excepción de brazos y manos y que a su vez, se basó en un deporte chino, el cuju (tsu' chu) según la FIFA, el origen del fútbol que conocemos.
Pese a que en Europa el fútbol se atribuye a Inglaterra, distintas culturas del planeta contaron con su variedad de un deporte en el que se golpeaba con el pie una pelota.
El cuju fue un deporte muy similar al fútbol que se practicaba hace, al menos, 2.300 años en China. La primera referencia a él que se ha encontrado data del siglo III, explican en la revista del Instituto Confucio. Se jugaba en un campo rectangular, con una portería en el centro del campo que “constaba de una red sostenida en unas cañas de bambú”, recuerda la FIFA y consistía en golpear con el pie una pelota de piel rellena de plumas hasta meter gol. Se enfrentaban dos equipos de entre 12 y 16 jugadores. Había dos maneras de jugar al cuju: el Zhu Qiu, que se practicaba en actos de la corte, para celebrar importantes acontecimientos como el cumpleaños del emperador y el Bai Da, que era similar, pero sin portería y que durante la Dinastía Tang (618 – 907), gozó de gran popularidad, especialmente entre las mujeres. En 2004, el expresidente de la FIFA, Joseph S. Blatter –que abandonó la presidencia en medio de un escándalo de corrupción— concluyó oficialmente que la cuna del fútbol era China. En concreto, la localidad del Linzi, en la provincia de Shandong, publicaba en julio de ese año el diario China Daily. El anuncio oficial se tendría que haber realizado un año antes, durante la Copa del Mundo de fútbol femenina de 2003, que debía haber acogido China y que, finalmente, se celebró en Estados Unidos, debido a un brote de SARS (síndrome respiratorio agudo severo). Desde 2015, la localidad china de Linzi, incluso cuenta con su Museo Nacional de Fútbol, en el que una placa advierte al visitante: “La confirmación del lugar original del fútbol”. Se acabó este Mundial y comienza la cuenta atrás para otro, la Copa del Mundo de FIFA 2019, del que será anfitrión el actual campeón del mundo de fútbol masculino: Francia. Tendrá lugar entre el 7 de junio y el 7 de julio, en nueve localidades francesas. Entre los 20 primeros del ránking de selecciones femeninas de FIFA, coronado por EE UU, Alemania y Francia, cuatro son países asiáticos: Japón (6), Corea del Norte (10), Corea del Sur (15) y China (17). España se acerca al top 10, en el 12 de la lista, con 1911 puntos y a 25 puntos de Corea del Norte. A la veterana futbolista china Qingxia Shui le gustaría ver “la misma atención y recursos en este mundial” que con sus compañeros varones.