Tierra de festivales, India se decora desde hoy con velas, candelabros, bombillas y lámparas en conmemoración de la fiesta del Diwali o Festival de las Luces, la celebración más importante del país. Conocido también como Divali, Deepavali o Deepawali, se trata de un festival hindú que dura cinco días en el mes de Kartika, que cada año puede caer entre el 21 de octubre y el 18 de noviembre, en la temporada de otoño después del final de las cosechas de verano. Con vistas a la festividad, esta vez el 7 de noviembre, la gente limpia y renueva sus casas y lugares de trabajo, compra ropa, y se alista para obsequiar con dulces y presentes a sus amigos y parientes, a la vez que lanzan fuegos artificiales en una de las noches más alegres del año. Entre flores, cenas, regalos y variada pirotecnia, los indios se reúnen en familia para celebrar con júbilo la vida y la llegada del invierno. En cada una de las religiones del populoso país surasiático, hindúes, jainistas, budistas y sijs, interpretan a su manera este festival. En la tradición hindú, la fiesta marca el inicio del nuevo año de su calendario, aunque existen diferencias en dependencia del lugar donde se habite.
Al anochecer se abren todas las ventanas y puertas de las casas y en cada una de ellas se realiza un ofrecimiento de luz con una lámpara de aceite o una vela, para que Lakshmi entre para el resto del año.
En el norte de la India se celebra el regreso del dios Rama a Ayodhya, una de las siete ciudades santas del hinduismo, después de derrotar al rey de los demonios Ravana, encendiendo filas de lámparas de arcilla. Según la leyenda, los habitantes de esa antigua urbe llenaron las murallas y los tejados con luces para que Rama pudiera encontrar fácilmente el camino. De ahí comenzó la añeja tradición de encender una vistosa multitud de luminarias para la ocasión. Por su parte, en el sur de India se festeja el día en que Krishna derrotó al demonio Narakasura y liberó a miles de doncellas que estaban prisioneras, mientras que en el oeste la jornada marca el momento en que Vishnu o Visnú, uno de los principales dioses de la trinidad hindú, envió al demonio Bali al mundo inferior. La divinidad que preside esta festividad es Lakshmi, consorte de Vishnu y quien otorga prosperidad y riqueza, muy importante para la casta de los comerciantes (vaisyas). También el dios Ganesha es muy venerado durante el festejo. Indica la tradición que la diosa favorece a quienes se reconcilian con sus enemigos. En el este de la India se reverencia particularmente a la deidad Kali. La religión hinduista que adora a esta diosa se llama shaktismo. En general, los hinduistas -independientemente de la deidad que adoren de manera particular- la consideran la Madre universal. Kali representa a la destructora de la maldad y los demonios. Durante la ocasión, los sikhs celebran la liberación de su sexto gurú, Hargonbind, y rinden homenaje a los 10 gurús espirituales del sikhismo.
En cada una de las religiones del populoso país surasiático, hindúes, jainistas, budistas y sijs, interpretan a su manera este festival.
En general, se aconseja instalar un altar donde esté presente una imagen de Lakshmi a la que se le ofrecerán flores, incienso y monedas, mientras se repite el mantra (pensamiento) 'A la Señora Gran-Fortuna le doy reverencias'. Al anochecer se abren todas las ventanas y puertas de las casas y en cada una de ellas se realiza un ofrecimiento de luz con una lámpara de aceite o una vela, repitiendo el mismo mantra, para que Lakshmi entre para el resto del año. También se lanzan barcos de papel o lamparillas encendidas a los ríos sagrados, cuanto más lejos vayan, mayor será la felicidad en el año venidero y se elaboran unos diseños y dibujos para adornar las paredes durante el festival. A la salida del sol es un ritual lavarse la cabeza, que tiene el mismo mérito de bañarse en el sagrado río Ganges. El simbolismo de la fiesta consiste en la necesidad del hombre de avanzar hacia la luz de la Verdad desde la ignorancia y la infelicidad, o de obtener la victoria del dharma (la virtud) sobre adharma (falta de virtud).​ Es la celebración de la victoria del bien sobre el mal, de la luz sobre las sombras, en un profundo sentido humano de la festividad. Además de la India, también se celebra el Diwali en países como Sri Lanka, Birmania, Mauricio, Guyana, Trinidad y Tobago, Surinam, Malasia, Singapur y Fiyi.