Los Avengers de los estudios estadounidenses Marvel son un auténtico éxito de taquilla, pero Indonesia lleva a la gran pantalla su propia cosecha de superhéroes y sueña con conquistar Hollywood, aprovechando la demanda de una mayor diversidad de personajes. La primera película de la serie, "Gundala", dirigida por el indonesio Joko Anwar, ha llenado los cines en Indonesia y ahora se espera su estreno en Estados Unidos. Con un catálogo de más de 500 cómics indonesios, el estudio Bumilangit quiere crear su propio "universo cinematográfico", como el de Marvel, con una serie de películas con superhéroes locales. "Gundala" se inspira en un cómic de 1969 en el que el hijo de un obrero pobre obtiene superpoderes tras ser alcanzado por un rayo. El superhéroe con casco alado lucha contra la injusticia y la corrupción, problemas que minan no solo a Indonesia sino a muchos países del mundo. "Las historias que la gente va a ver en nuestras películas no hablan de extraterrestres que atacan la Tierra porque esto no es problema nuestro, se lo dejamos a Hollywood", explicó Joko Anwar. "Tratan de aquellos que oprimen a nuestro país, y los superpoderes vienen de nuestra mitología", señaló el cineasta de 44 años, gran admirador de los cómics indonesios desde su infancia.
Los cineastas de Indonesia están convencidos de que su nueva serie "Gundala", inspirada tanto en temas mitológicos indonesios como en los problemas actuales, será un éxito.
Los cómics indonesios fueron suplantados en la década del 80 por los personajes de Marvel y otros héroes importados. Pero los cineastas de Indonesia están convencidos de que su nueva serie, inspirada tanto en temas mitológicos indonesios como en los problemas actuales, será un éxito. No sólo en su país, sino que esperan que lo sea en el resto del mundo. Porque los éxitos recientes de "Black Panther", con el reparto predominantemente negro, y "Captain Marvel" o "Wonder Woman", con superheroínas en primer plano, muestran que el público quiere héroes e historias más variados. Incluso Marvel, filial de los estudios Walt Disney, también trabaja en su primera película inspirada en "Shang-Chi", un superhéroe chino de los cómics Marvel de la década de 1970. Después de "Gundala", la segunda película de la serie estará dedicada a Sri Asih, una superheroína con la fuerza de 250 hombres, a la cabeza de una banda de otros superhéroes. Es la reencarnación de una diosa, viste un sarong (una tela que se ciñe a la cintura y se lleva como falda) y luce las joyas y la tiara de las princesas javanesas. La película, basada en un cómic de 1954, será dirigida por una mujer, Upi Avianto. En proyecto, también hay una película inspirada en Mandala, un guerrero armado con un machete que puede destruir objetos sin tocarlos, y en Si Buta Dari Gua Hantu, un campeón de artes marciales ciego con su mono domesticado.
"Las historias que la gente va a ver en nuestras películas no hablan de extraterrestres que atacan la Tierra porque esto no es problema nuestro, se lo dejamos a Hollywood".
El renacimiento Hasta la crisis del nuevo coronavirus, la industria cinematográfica indonesia estaba en pleno renacimiento después de tocar fondo en la década de 1990, cuando se detuvo la producción local. Gracias a una población de 260 millones de personas, cada vez más atraída por las películas, los cines vendieron 50 millones de entradas el año pasado. Pero los taquillazos siguen siendo los motores del sector y los cineastas locales luchan por competir con Hollywood. "Gundala" se rodó en 52 días y costó unos dos millones de dólares. Un presupuesto minúsculo en comparación con la última producción de 350 millones de dólares de Marvel, "Avengers: Endgame". Las películas de superhéroes "son muy difíciles de hacer porque tenemos presupuesto y recursos humanos limitados", explicó Anwar. Sin embargo, "Gundala" recaudó 4,7 millones de dólares solo en Indonesia, más del doble de su presupuesto de producción. Los superhéroes indonesios se enfrentan ahora a un nuevo enemigo invisible, la COVID-19 que, como en muchos países, paralizó la producción cinematográfica y obligó a cerrar los cines.