Lan Lan (Shandong, China, 1967) es una poetisa modesta, sin falsas poses. Lleva una vida de temor reverencial y conserva las cosas con calidez. Posee un especial sentimiento por el dolor ajeno y un alma colmada de amor por la existencia de este mundo. En su vida mantiene una aplomada observación de los hechos y circunstancias de su alrededor. Su conocimiento del firmamento y la tierra es diferente del de otras personas. Sus poemas primero surgen de su seno y después llegan a pertenecer para siempre a su propio cielo y territorio. Así, sus poemas llegan a ser sinceros, espaciosos, vitales. La pureza de Lan Lan, su diafanidad, su aflicción, son la tibieza secular del orbe. En esta época de veloces cambios y colmada de seducciones, ella suspira de pena, agradece los elogios y su inocencia casi infantil nos hace persistir en la no renuncia de esa cualidad. Además Lan Lan controla exteriorizarse, inquiere a fondo en los estados de ánimo, normales y anormales, del hombre y piensa con profundidad. Ha tenido la experiencia de la censura y la amenaza policiales. De todo lo mencionado, nos transmite unas ciertas realidades acerca del acontecer y del saber de los humanos. A continuación, una selección de poemas escogidos por la propia poetisa:
Su verdadero nombre es Hu Lanlan y nació en la ciudad portuaria de Yantai, provincia de Shandong (China oriental) en diciembre de 1967.
Noche viva Increíblemente, increíblemente hermosa como antes… Esta noche delante de los ojos. Noche que acumula hojas de jazmín Un par de ojos ciegos y punzantes muy claramente la miran. ¡La hieren y la bendicen! Una persona que ha sufrido penalidades es improbable que sea un dios. Entre la gente no hay peldaños Pero voy a olvidar todo esto. Respiro esta noche viva. Así lentamente Se desplazarán las palabras de la luz de la oscuridad. Una vez más nacerá: concerniente a cualquier persona Aquella aflojada ira. Intento comprender: bajo un par de palmas de las manos desordenadas Esa porción de la que mucho salen palabras por breve tiempo El corazón de la persona separada no es tocado por ella. ¡Me inclino a llorar ruidosamente sólo es porque el arma afilada Produjo yelmo y armadura! Desaparecer Desaparecer. Lejano en comparación con morir, cercano en comparación con abrazar. Yo recibo herencia, tú, un premio: Quietud. Tu otorgamiento, yo obedezco. En medio de esta paz tendida uso Momentos infinitos. Multitud de estrellas en el amplio espacio de la noche. Tu cuerpo dorado está destellando, por doquier. Tus labios dorados. ¡Dorados! El trigal plantó su pasado paisaje primaveral bello En el tejado de mi destino. Recién casados Me caso con un grupo de montañas, me caso Con un viento desnudo. Me caso con lo profundo del azul celeste de mares y océanos. Me pongo caléndulas de junio del costado del camino En medio de una frazada de luz lunar Caigo. Vienes. Te casas con un pino. Te casas por entero con el sonido de la marea de la playa. Te casas con el tranquilo fluir nocturno de comienzos del verano. Me abrazas estrechamente. Los lóbulos del pulmón abrazan estrechamente el aire. Las nubes desde lo alto colocan el altar de los sacrificios Sobre tus labios.
La poetisa china ha participado en festivales internacionales de poesía en su país, en Francia, en Venezuela, en Macao, en Grecia y en Argentina.
Tiernas y suaves cenizas Tiernas y suaves cenizas, No hay quejas de pétalos marchitos… El álamo blanco susurra silencioso Un campesino que se estremece de frío apresura su carreta de mula En un pequeño camino cabecea ¡Ah, me despido, sonrisa de pálidos labios Par de ojos colmados de lágrimas! Escarcha sobre una fina rama se lanza dentro del pozo seco De las pajas de arroz para quemarse por completo. Por último un pedernal en medio del viento aún (persevera —Precisamente es él. ¡Hacia lo oscuro de aquellos rayos brillantes Eternos que aman eternamente! Yo soy otro asunto Yo soy el fruto de mi flor. Yo soy la escarcha y la nieve después de mi primavera y verano. Yo soy la mujer vieja y débil y su completa belleza De la juventud de otrora. Yo soy otro asunto. Yo soy mi libro que ya he leído Recostada contra la pared el bolígrafo y el peine. Soy los senos de la madre y los pequeños labios del recién nacido. Soy las hojas podridas después de la tormenta —Oscuro lodo. Lagartija Ella no cree en nadie. Tampoco es peor que otras cosas. Cuando el peligro se acerca Ella corta una porción de su cuerpo. Ella se sorprende al olvidar Que no hay dolor —la cola que una vez más Brota larga y nueva de la humanidad.