Asghar Farhadi, el héroe del cine iraní

El premio Oscar a su película “La separación” fue celebrado por millones de iraníes en 2012. Y ahora va por más, su último filme "The Salesman" fue elegida para volver a competir por la estatuilla de Hollywood en 2017.
Fuente: AFP - 2017-02-06
Asghar Farhadi desembarcó en el crudo invierno de Teherán con el Óscar en la mano y quedó sorprendido por la muchedumbre que lo esperaba afuera del aeropuerto para declararlo el nuevo héroe nacional de Irán. 

Por décadas el cine iraní se ha ido ganando el aplauso de la crítica, pero no había podido romper con la corriente tradicional hasta 2012, cuando este reconocido director volvió a casa con el premio de la Academia estadounidense, el primero a una película de ese país.

"Traté de ir subrepticiamente, precisamente para evitar cualquier tipo de escena, pero de alguna manera lograron averiguar qué día llegaba y había una multitud en el aeropuerto", recuerda Farhadi.

"La cantidad (de personas) era tan grande que empecé a preocuparme por el control de la multitud", señaló.

El premio a Farhadi por su cinta "La separación" como mejor película extranjera hizo estallar festejos en todo Irán, donde millones de personas vieron a medianoche cuando el cineasta recibía la estatuilla dorada.
La nueva película de Farhadi presenta una mirada matizada de Teherán más allá de los estereotipos de los mulás y la policía moralista. Se sumerge en la vida de personas comunes y corrientes.
Esto se convirtió en un gran estímulo para muchos iraníes cuyas vidas quedaron eclipsadas por los disturbios que siguieron a la Primavera Árabe en los países vecinos de Egipto y Túnez, así como por la amenaza permanente de conflicto y de sanciones económicas.

"Fue una época en que políticos de Irán y Estados Unidos estaban hablando de guerra", dice Farhadi durante una visita a Estados Unidos para promocionar su nueva película.

El realizador se vio nuevamente como un mediador cultural, representando a Irán en Hollywood con su última película, "The Salesman", elegida por su país para presentar a los Óscar en 2017, en la categoría de mejor película extranjera.

Este relato, que muestra la visceral moralidad de un matrimonio hundido en el conflicto luego de que la esposa sufriera un ataque en su casa, fue galardonado ya con dos de los principales premios del Festival de Cannes.

Como en el filme "La separación", la nueva película de Farhadi presenta una mirada matizada de Teherán más allá de los estereotipos de los mulás y la policía moralista, y se sumerge en la vida de personas comunes y corrientes.
"Cuando me siento y empiezo a escribir un guión no me digo: 'Esta es una película que va a ver un público extranjero y porque la va a ver público extranjero tal vez debería hacer algunas cosas extra'", sostiene.
Farhadi no siente que tenga que abordar las ideas erróneas que tienen los estadounidenses sobre la sociedad iraní, pero reconoce que su trabajo está resultando una suerte de diálogo entre su propia gente y la cultura popular de Estados Unidos.

"Cuando me siento y empiezo a escribir un guión no me digo: 'Esta es una película que va a ver un público extranjero y porque la va a ver público extranjero tal vez debería hacer algunas cosas extra'", sostiene.

"Lo hago pensando que la audiencia podría ser cualquiera, en cualquier lugar, y escribo lo que me dicta el corazón", añade.
Farhadi, de 44 años, realizó su primer cortometraje a los 13 años en un cineclub de jóvenes. Graduado en estudios de teatro en la Universidad de Teherán, hizo una maestría en dirección escénica en la Tarbiat Modares University y empezó a trabajar inmediatamente dirigiendo series de televisión que él mismo escribió.

En 2002, escribió y dirigió su primera película "Dancing in the Dust", y posteriormente fue aclamado por "Fireworks Wednesday", un vívido retrato del matrimonio con el Año Nuevo persa, una importante fecha en Irán, como telón de fondo.
En 2009, siguió el drama psicológico "About Elly", antes de que "La separación" irrumpiera en la consciencia del público internacional, y obtuviera el galardón a la mejor película de la 61 edición de la Berlinale y luego cosechara premios en festivales de todo el mundo.

Además de ganar el Óscar y el Globo de Oro a la mejor película extranjera, el filme fue nominado por la Academia en la categoría de mejor guión, con lo que Farhadi se hizo un sitio en la élite del mundo de la cinematografía.