La causa de los derechos humanos de China

Columna de opinión del embajador de la República Popular China en Argentina.
Zou Xiaoli - 2022-03-20
La centenaria historia del Partido Comunista de China (PCCh) rebosa en esfuerzos por liderar al pueblo en la búsqueda, el respeto, la garantía y el desarrollo de los derechos humanos.

Con una visión centrada en el pueblo, durante los últimos 100 años el PCCh ha recorrido exitosamente un derrotero acorde con nuestras realidades nacionales sobre todo, a partir del XVIII Congreso Nacional del partido, en el que debido a la alta importancia asignada al respeto y la garantía de los derechos humanos, hemos fomentado esta causa con éxitos históricos en el marco de la administración del Estado.

Se puede afirmar sin temor a exagerar que sin el PCCh esta noble causa no habría progresado en China en forma continua como lo ha hecho.

China ya hizo realidad los objetivos planteados con motivo del primer centenario, es decir, la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente próspera y la erradicación histórica de la pobreza extrema, hecho que sentó una sólida base material para el desenvolvimiento de los derechos humanos.
"El embajador Sabino Vaca Narvaja aseguró que sin el PCCh no habría nacido la nueva China".
Desde la construcción de los sistemas de educación, de seguridad social y de sanidad más grandes a nivel mundial hasta el despliegue de la democracia en la defensa de los derechos e intereses legítimos de las diversas etnias; mediante una reforma del sistema jurídico cada vez más profunda y la elaboración y aplicación de cuatro Planes de Acción Nacional, así como con la participación activa en la gobernanza global al respecto, China ha aportado a esta causa mundial con sus propias propuestas construyendo un sendero cada día más amplio que garantiza efectivamente los derechos humanos de su pueblo.

En 2021, diferentes sectores de Argentina se sumaron con gran entusiasmo e interés a las felicitaciones y los intercambios en ocasión del centenario del PCCh, aumentando en gran medida el conocimiento y la confianza recíproca entre ambas partes.

A comienzos de febrero pasado, el presidente Alberto Fernández asistió a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y visitó el Museo de la Historia del PCCh en el marco de su gira por China, en la cual junto al presidente Xi Jinping realizaron intercambios cordiales, amistosos y francos en torno al pensamiento del desarrollo centrado en el pueblo y la lucha por los intereses sociales.

En este contexto, el embajador Sabino Vaca Narvaja aseguró que sin el PCCh no habría nacido la nueva China. Este comentario se hizo viral por las redes sociales de China y señala exactamente las razones de los éxitos de los derechos humanos en nuestro país.
"Los países en desarrollo constituyen una fuerza relevante para impulsar los derechos humanos. Esta causa precisa de una mayor solidaridad y colaboración entre estos países".
En la práctica, acoplamos las visiones marxistas de los derechos humanos con las realidades concretas y las culturas tradicionales chinas, absorbiendo lo positivo de la civilización humana a fin de explorar un camino en concordancia con las corrientes de nuestro tiempo y la actualidad de nuestro país.

Perseveramos en la dirección del PCCh: respetar el protagonismo del pueblo, adaptarse a las realidades chinas, tomar los derechos a la vida y el desarrollo como valores fundamentales, salvaguardar los derechos humanos según la ley y jugar un papel activo en la gobernanza global en esta esfera, lo cual constituye las primordiales peculiaridades del desarrollo de los derechos humanos y las valiosas experiencias que tenemos para promover esta causa.

¿Cuál es el estado de los derechos humanos de un país? En el mundo no hay un modelo de los derechos humanos universalmente aplicable. Por ende, a ningún país le cabe la autoridad de autoproclamarse como juez para interferir en los asuntos internos de otro en pretexto por los derechos humanos mientras ignora, desde un enfoque selectivo, su propia problemática doméstica, librando maniobras políticas por la hegemonía en nombre de esa causa.

Frente a la inquebrantable determinación de defender los intereses relativos a la soberanía, la seguridad y el desarrollo, todo intento de restringir a China usando a la región de Xin Jiang o de atentar contra nuestro país pretendiendo alborotar a Hong Kong está condenado a fracasar.

En la actualidad, nuestra orbe entró en una etapa de alteraciones y altibajos, marcada por los constantes brotes y dispersiones del coronavirus y la acelerada evolución de los cambios mundiales, se contempla el alza de la pobreza extrema a nivel global, la desigualdad social, la discriminación racial exacerbada y el importante déficit en la causa internacional de derechos humanos, entre otros temas por resolver.

Los países en desarrollo constituyen una fuerza relevante para impulsar los derechos humanos. Esta causa precisa de una mayor solidaridad y colaboración entre estos países.

En este marco, China atribuye suma importancia al importante rol que desempeña Argentina en calidad de Presidente Pro Témpore del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y está siempre dispuesta a enarbolar las banderas de la paz, del desarrollo y de la cooperación para hacer valer los valores comunes de la humanidad, como lo son la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad.

Del mismo modo, China siempre está a favor de la política del diálogo y de la cooperación constructiva con la Argentina y con el resto del mundo, a fin de resguardar juntos la justicia internacional y promocionar el progreso de los derechos humanos en pro del desarrollo global, contribuyendo a la comunidad de futuro compartido en busca de un mundo más promisorio.