Las líneas y trazos propios de la caligrafía y el arte tradicional chino tienen un inocultable reflejo en la obra del artista español Pablo Picasso (1881-1973) y en su forma de dibujar la naturaleza, subrayó su nieto Bernard Ruiz-Picasso a Xinhua. "Ya es conocido que la manera con la cual Picasso dibuja una flor, la naturaleza, los animales, está muy cerca por ejemplo de la manera en la cual en China, en Asia, se plasma esta realidad, esta emoción casi filosófica de la potencia de nuestra naturaleza", dijo. En una entrevista realizada en el Museo Picasso Málaga, ciudad del sur de España donde nació su abuelo, declarado admirador de la poesía y la escritura chinas, Barnard Ruiz-Picasso señaló que "hay profesores de arte en China que están interesados en esta relación, de la importancia de estas líneas que son caligrafía o dibujo y que permite después realizar varios tipos de obras de arte". No en vano, el artista dijo en una ocasión: "Si fuera chino, no sería pintor sino escritor, escribiría mis pinturas. Al fin y al cabo, todas las artes son una sola. Se puede escribir una pintura con palabras, como se pueden pintar sensaciones en un poema".
"Si fuera chino, no sería pintor sino escritor, escribiría mis pinturas. Al fin y al cabo, todas las artes son una sola", supo decir Picasso.
Presidente del Consejo Ejecutivo del museo, del que fue artífice hace dos décadas con su madre, Christine Ruiz-Picasso, Bernard, uno de los seis nietos del artista, es también cofundador de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, que estudia la obra del polifacético creador desde un punto de vista estético, histórico y tecnológico. "Aprendí en el garaje, en la mecánica, no realmente en el taller de Picasso, pero me considero como un mecánico que dialoga con los intelectuales, los académicos y conozco bastante bien mi dominio y mi garaje artístico, y eso favorece que la gente proponga proyectos y se discutan", señaló. Se refirió, en concreto, a la exposición que acaba de inaugurar el museo, "Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra", que durante tres años mostrará cómo la interacción de dos de sus inspiraciones, la innovación y la retrospección, definió caminos creativos que le permitieron integrar estilos y dar coherencia a la inmensidad de su trabajo. "Picasso es como la puerta que abre a un diálogo y la exposición permite ver que en el siglo XX o en el siglo XXI sigue siendo muy importante su figura como referente de ideas que permiten a la creatividad decidir en varias direcciones", apuntó su nieto, hijo de Paulo, el primogénito del artista malagueño.
"En China el arte es muy importante, todo el mundo artístico contemporáneo lo es", destacó el nieto de Picasso.
En la actualidad, la fundación desarrolla un programa de aquí a tres años, dirigido por Michael FitzGerald, catedrático de Historia del Arte en el Trinity College de Hartford (Estados Unidos), que cuenta con la participación de investigadores de los cinco continentes, entre ellos, algunos chinos. Sobre una posible exposición en el país asiático, Ruiz-Picasso explicó que el proceso de la fundación empieza en el mundo académico, en los conceptos, en la investigación, que deben tener viabilidad intelectual y, si se da el caso, las ideas se pueden transformar en un proyecto expositivo. "A veces hay ideas de trabajar con una institución y después trabajamos uno, dos, tres años. Tenemos el caso con un profesor en Beijing sobre (la relación entre) algunos artistas chinos y Picasso, pero son investigaciones que toman tiempo", refirió. En China, indicó, "el arte es muy importante, todo el mundo artístico contemporáneo", así que se convierte en un buen puente entre Europa con Asia en este ámbito. De su abuelo, dijo, "tengo el recuerdo de ir a verlo mucho con mis padres en la década de 1960, inicios de la de 1970, y la cercanía entre el padre, su hijo y el nieto. Había esta conexión desde el cariño, y muchos recuerdos, en la playa, nadando, jugando". "Cuando somos jóvenes o muy jóvenes no sabemos nada, vivimos, jugamos, y saber que hay abuelos, padres, tíos y tías, es bueno", consideró. El Museo Picasso Málaga, un viejo sueño del artista, fue inaugurado en octubre de 2003 de la mano de Christine y Bernard Ruiz-Picasso, que donaron 233 obras a la pinacoteca que se complementan, periódicamente, con el préstamo de obras procedentes de los fondos de la FABA y otros préstamos ocasionales. *Foto: Pablo Picasso junto al pintor chino Zhang Daqian, en la ciudad francesa de Cannes, en 1956.