“Las personas que no conocen el licor son incapaces de hablar literatura”, escribió el reconocido escritor chino Mo Yan, en su novela “La república del vino”. La referencia literaria del Premio Nobel bien podría servir de introducción para analizar el vínculo íntimo que el pueblo chino mantiene, desde tiempos inmemoriales, con la producción y consumo de una de las bebidas alcohólicas más populares del país asiático. Cuenta la historia que hace más de 1.500 años, durante la dinastía Tang, el inmenso “País del Centro” producía un delicado licor – el Jiannanchun – que hacía las delicias de los pobladores de lo que hoy es la provincia de Sichuan. Era conocido como el licor imperial y su popularidad era tal que, incluso, quedó inmortalizado en la historia oficial de “Las Crónicas del emperador Dezong”, el Libro Antiguo de la Dinastía Tang. El secreto del licor de Jiannanchun era, al parecer, la utilización del agua procedente de una misteriosa fuente mineral subterránea de las montañas Longmen.
Jiannanchun es uno de los ocho licores más antiguos de China y también es un "producto protegido por su lugar de origen".
En efecto, la combinación de este agua obtenida de las profundidades con la fertilidad de las llanuras de Sichuan y la selección de los mejores granos de sorgo, arroz, trigo y maíz como materia prima, permitieron la creación de un licor auténtico, que con el paso de los años alcanzó renombre internacional. La importancia de Jiannanchun como tradicional taller de producción de licores que perduraron durante siglos, con una historia pocas veces vista en el mundo, determinó que fuera incluido en la lista provisional del Patrimonio Cultural Mundial en China. Asimismo, la "Técnica Tradicional de Elaboración de Licores Jiannanchun" fue declarada Patrimonio Cultural Intangible a nivel nacional. La distinción valoró “una dedicación milenaria a la artesanía tradicional y la búsqueda constante de la perfección”, que permitieron alcanzar una calidad constante a lo largo de los siglos. En efecto, durante años los productos de Jiannanchun han mantenido altas ventas en la industria, además de ser objeto de los más diversos reconocimientos por su influencia de marca y reputación.
El secreto de Jiannanchun era la utilización del agua procedente de una misteriosa fuente mineral subterránea de las montañas Longmen.
En tres ocasiones consecutivas - en 1979, 1984 y 1989 - Jiannanchun fue premiado con el título de "Vino Nacional" en la competencia nacional organizada por el Ministerio de Industria Ligera. En 2005, Jiannanchun se convirtió en la primera empresa en obtener el reconocimiento de " Marca de certificación de producción sólida de grano puro " otorgado por la Asociación de la Industria Alimentaria de China. En 2006, fue reconocida por el Ministerio de Comercio como una de las primeras "Marcas Centenarias de China". El producto principal de la empresa, Jiannanchun, es uno de los ocho vinos más antiguos de China y también es un "producto protegido por su lugar de origen", certificado por la Administración General de Inspección de Calidad. Jiannanchun y sus marcas asociadas incluyen más de 30 marcas y cientos de variedades