Cuando se le muere la abuela, la jovencísima Mikage queda absolutamente sola en una casa demasiado grande y se refugia en la cocina, pues sólo en ella se siente a salvo («El lugar donde mejor se duerme es en la nevera», confiesa). Pero un día «ocurre un milagro»: Yuichi, «un chico simpático», llama a la puerta de Mikage y le sugiere que vaya a vivir a su casa, con su madre Eriko. Pero esta hermosa y acogedora mujer no es una mujer: es un hombre que pasó a ser mujer cuando la verdadera madre de Yuichi perdió la vida.
Kitchen es la novela con la que se dio a conocer Banana Yoshimoto.
Esta fábula, que se desarrolla entre ordenadores, electrodomésticos y sobre todo alimentos y guisos, pero también entre sentimientos de amor, amistad y complicidad, es en realidad una historia terrible, en que la soledad y la aridez emocional quedan, como por «milagro», mitigados por la inmensa sabiduría de otro mundo ancestral, afortunadamente aún latente, aún perceptible. Banana Yoshimoto (Tokio, 1964) estudió literatura en la Universidad de Nihon. Con Kitchen, su primera novela, ganó el Newcomer Writers Prize en 1987, cuando todavía era una estudiante universitaria, y un año después se le concedía por la misma obra el premio literario Izumi Kyoka.
"Una magistral narradora de historias, con una sensualidad delicada y extraordinariamente poderosa" (Chicago Tribune)
Entre otros galardones, ha recibido en Italia el prestigioso Premio Scanno. Yoshimoto es ya autora de una dilatada pero exquisita obra compuesta de ensayos, novelas como N.P., Amrita, Tsugumi y El lago y los libros de relatos Sueño profundo y Recuerdos de un callejón sin salida (finalista del Man Asian Literary Prize 2011). Desde 1991, año en que se publicó Kitchen, Yoshimoto se ha convertido, junto con Haruki Murakami, en una de las voces más prestigiosas de la literatura japonesa actual. En Lagartija, la autora narra el delicado punto de inflexión en que se encuentran las vidas de los protagonistas.