"El invisible", la primera novela del escritor chino Ge Fei (Dantu, República Popular China, 1964) que se puede leer en castellano, es la historia de un hombre de más de 40 años llamado Cui que desarrolla su oficio ensamblando y arreglando equipos de sonido, y a medida que avanza la trama va intentando sostener su vida, atravesada por el misterio de las formas del sonido y la música. En una entrevista concedida a Télam, la primera que ofrece para la Argentina, el escritor manifestó que al finalizar la novela se dio cuenta de que su personaje, que estuvo inspirado en un amigo suyo que tiene el mismo trabajo que Cui, tenía "algo de irónico, de sarcástico, y algo trágico también". Ge Fei es el seudónimo de Liu Yong, que además de novelista es doctor en literatura y titular de Lengua y Literatura Chinas en la Universidad Tsinghua de Beijing. Durante la década de 1980 Fei produjo una serie de obras de ficción breve que lo convirtieron en una de las figuras más representativas de la literatura de vanguardia. Entre sus libros se destaca la "Trilogía de Jiangnan", publicada entre 2004 y 2013, y también los ensayos de "La máscara de Borges", piezas breves en torno a obras y autores que lo marcaron. Fei está radicado en Beijing y "El invisible" es el primero de sus libros que puede leerse en español. En su traducción literal del chino, el título de la novela era "La capa de invisibilidad", pero editor y traductor decidieron un nuevo título, "El invisible". La novela también fue traducida al francés con el título "Ondas chinas"; mientras que en su edición norteamericana lleva el título literal, "La capa de invisibilidad". Publicada por Adriana Hidalgo y traducida por Miguel Ángel Petrecca, la narración es un largo itinerario en el que se van abriendo conflictos para Cui relacionados con la forma de sostener su vida. En un corto período de tiempo debe buscar un lugar donde vivir, aceptar que su mujer lo dejó y buscar un sostén económico.
"El invisible" fue publicado en la Argentina por Adriana Hidalgo y traducido por Miguel Ángel Petrecca. Cuenta la historia de un hombre que arregla equipos de sonido y vive atravesado por el misterio de las formas de la música.
"Nosotros, a su vez, ocultos en nuestro rincón oscuro, satisfechos con nuestra vida de hombres invisibles, tenemos razones más que suficientes para despreciar a esta sociedad", asegura el protagonista de la novela de Fei al principio de la narración, sobre su trabajo de fabricar amplificadores valvulares, adelantando la postura desde la que se irá describiendo la actualidad de la sociedad china, con las aspiraciones y posibilidades de personajes de diferentes clases sociales. - ¿Cómo nació la historia de Cui? - El modelo para este personaje fue tomado de un amigo mío. El trabaja armando equipos de sonido para amantes de la música clásica. No es una persona a la que le guste leer ni que tenga una elevada educación, pero es un gran amante de la música clásica occidental. Y al mismo tiempo es un marginal, alguien que se aísla del resto, un solitario. Nosotros nos conocemos desde hace quince años y un día pensé en usar su experiencia (más algo de ficción) para crear una novela. - Si bien el protagonista se presenta como alguien cuyo oficio es "insignificante" y dice que tiene una vida "invisible", su oficio ocupa un lugar central en la trama de la novela. ¿Por qué eligió hablar sobre ese oficio? - El trabajo de Cui, y especialmente la manera en que lo realiza, me atrae mucho. Vive en los suburbios del este de Beijing en un departamento alquilado. Trabaja día y noche reparando equipos de música. Antes era sastre, pero por su amor a la música clásica empezó a aprender cómo fabricar amplificadores y equipos, luego fue progresando, es un autodidacta. A diferencia de la mayoría de los hombres chinos, que solo piensan en hacer dinero, él es humilde y dedicado. Tiene un círculo de amigos muy limitado. Toda su energía la pone en su trabajo. Su motivación no es el dinero, sino su amor por músicos clásicos como Bach, Schubert, Beethoven. Su deseo es armar el mejor equipo posible para disfrutar de sus trabajos y su orgullo de artesano. Muchos admiran sus equipos, pero como él quiere lograr la perfección los hace a mano, por lo que tarda mucho. Si le pides un equipo, tienes que tener mucha paciencia. Aún ahora es muy pobre, pero vive en su propio mundo y a su propio ritmo.
"Leí a Borges por primera vez cuando tenía 20 años y me voló la cabeza. Su gran logro es su estilo de escritura: pone un velo en la vida cotidiana para volverla misteriosa nuevamente".
- Los personajes se mueven por Beijing, capital de la República Popular China, que ocupa un lugar importante en la trama. ¿Podemos decir que es una novela urbana? - En términos generales, en China las zonas urbanas y rurales son muy diferentes, pero el estilo de vida de sus habitantes no lo es tanto, a diferencia de lo que ocurre en los países occidentales. La presencia de la ciudad no es importante en mi novela. Elegí Beijing porque es la ciudad en donde hay más amantes de la música clásica occidental (aunque también hay muchos en Guangzhou, Hong Kong y Shanghai). Otra razón es porque yo mismo he vivido en Beijing por más de veinte años. También porque Beijing es una ciudad enorme en la que puede suceder de todo. La vida aquí es desordenada y rica, tiene cosas de gran ciudad cosmopolita y de pueblo. Aquí hay toda clase de gente y un freak como Cui puede esconderse fácilmente entre la multitud. - ¿Qué expectativa tiene por la publicación de la novela en castellano? - Espero que a los lectores de habla hispana les guste esta novela. La primera gran novela de la historia de la humanidad, "El Quijote", nació en español. Me siento enormemente honrado de que mi trabajo pueda alcanzar a los lectores de esa lengua. - ¿Por qué "El Invisible"? ¿Hubo algún otro título dando vueltas? - Cuando estaba escribiendo la novela, pensé en una metáfora del escritor japonés Yasunari Kawabata; un grillo vive toda su vida en la oscuridad adentro de un frasco, el desove, el canto, la muerte. ¿Tiene sentido su vida? Cui trabaja de noche, tiene contacto con pocas personas, su contribución al mundo son sus equipos de música. El es el grillo de la metáfora de Kawabata. No se queja de su mala situación, se conforma con su vida tranquila. Por supuesto, al finalizar la novela me di cuenta de que el personaje tiene algo de irónico, de sarcástico, y algo trágico también. - ¿Cómo ve hoy la literatura de su país? ¿Qué otros autores recomienda? - Con los cambios sin precedentes que tienen lugar en la sociedad china, no solo a los extranjeros, incluso a nosotros nos cuesta explicar la realidad a la que hacemos frente cada día. Frente esa complejidad y riqueza, la manera tradicional de pensar la literatura se vuelve cada vez más impotente. Hay que cambiar nuestro enfoque, lenguaje y estilo. De los escritores de la literatura moderna china, el que más admiro es Lu Xun. De los clásicos me gustan especialmente Du Fu, Sima Qian y Cao Xueqin. - Es admirador de Borges, y escribió ensayos sobre él. ¿Cómo llegó a su obra? - Cuando tenía 20 años leí por primera vez a Borges, "Jardín de senderos que se bifurcan", en su traducción china, y me voló la cabeza. A partir de ese momento empecé a buscar todas las obras de Borges, cuentos, poesías, ensayos y entrevistas. Borges ha estado acompañando mi trabajo desde entonces. Me fascinó especialmente la capacidad de crear analogías con su trabajo. Sin embargo, según mi opinión, el logro único de Borges es su estilo de escritura. En general, el estilo de un escritor es su respuesta al misterio de la vida. Pero Borges pone un velo en la vida cotidiana para volverla misteriosa nuevamente. Es un pensador muy original, un gran lector, y por supuesto un gran estilista.