La “dama” de Pakistán sueña con Hollywood

Nazo Dharejo se enfrentó a 200 hombres armados para defender sus tierras. Su historia fue llevada al cine en “My Pure Land”, una película que Londres eligió para los premios Oscar.
Fuente: AFP - 2017-12-11
En plena noche, disparando con un kalashnikov, se enfrentó a 200 hombres armados desde el tejado de su casa. Esta escena, ocurrida hace 12 años, le valió a Nazo Dharejo el sobrenombre de "la mujer más dura de Pakistán". La película "My Pure Land" cuenta ahora su historia.

El filme, estrenado en septiembre en Reino Unido, ha cosechado buenas críticas, sin ser un gran éxito de taquilla. Pero Londres lo ha escogido para representar al país en los Oscar. Falta ahora saber si Hollywood la incluirá entre las nominadas a mejor película de habla no inglesa.

La increíble historia de Nazo Dharejo, de 48 años, empieza con la muerte de su padre, propietario de tierras, en un pueblo de la pobre y conservadora provincia rural de Sindh, en el sur de Pakistán.
"Cuando llega el momento, mi mujer se convierte en una fortaleza inexpugnable", comenta su marido, Zulfiqar Dharejo.
Los tíos y primos lejanos de Nazo deciden apropiarse de las tierras familiares, en nombre de la ascendencia del heredero sobre la heredera en la ley islámica. La disputa causó ya varias víctimas, entre ellas el único hermano de Nazo, asesinado en 1992. Sus dos hermanas y ella, educadas en los principios de igualdad entre el hombre y la mujer, se niegan a ceder.

Una calurosa noche de agosto 2005, unos 200 hombres armados rodearon la casa para ocuparla. Las tres hermanas decidieron defenderla. Subieron al tejado, cargaron sus kalashnikov y abrieron fuego. "Los mataré o moriré aquí, pero no me iré", asegura haber dicho la heroína a su esposo, que le pedía que se rindiera. El marido y algunos vecinos y amigos les ayudaron en su cometido. Al alba, los asaltantes acabaron yéndose.

Cinco años después de la batalla, la justicia condenó a los agresores a pagar medio millón de rupias (unos 4.800 dólares, 4.000 euros) a Nazo Dharejo y, lo que es peor en Pakistán, a pedirle disculpas públicamente.

"Cuando llega el momento, mi mujer se convierte en una fortaleza inexpugnable", comenta su marido, Zulfiqar Dharejo. Envuelta en un velo tradicional, Nazo asiente, mientras se balancea en la mecedora en la que está sentada. A su alrededor, se ven varias armas colgadas en las paredes.

Nacida en una familia conservadora, Nazo tuvo que contentarse al principio con estudiar el Corán en casa. Pero convenció a su padre para que la autorizara, junto a sus hermanas, a aprender inglés. Poco a poco Nazo fue avanzando hasta llegar a la universidad, donde se graduó en economía.
"Era importante poner de relieve unos personajes y una parte del mundo que pocas veces se presentan de forma rigurosa en la pantalla", dijo el director británico de origen paquistaní Sarmad Masud.
Pero, en un país donde el sistema agrícola sigue siendo casi feudal, la lucha para mantener las tierras nunca cesó. "Nunca dejó de aumentar", explica. "Hubo cinco o seis asesinatos y después el de mi hermano en 1992". Su padre falleció ese mismo año. Siguieron 13 años de querellas, hasta llegar a la apoteósica noche de agosto de 2015.

Desde entonces, los vecinos empezaron a llamarla "Waderi", feminización del título honorífico de "Wadera", solo para hombres, que significa algo como una "Dama" feudal. 

En 2013, la historia de Dharejo llamó la atención del director británico de origen paquistaní Sarmad Masud. "Me sentí inmediatamente inspirado por el coraje y el heroísmo (de Dharejo)", aseguró el autor de "My Pure Land".  

Algunos críticos califican el filme de "western feminista", aunque hay pocas escenas de acción. Se basa sobre todo en el afecto del padre por sus hijas, en un país donde siempre se cuestiona el lugar de la mujeres.

"Era importante poner de relieve unos personajes y una parte del mundo que pocas veces se presentan de forma rigurosa en la pantalla", añadió el cineasta. 

Nazo vio la película y dijo estar "muy contenta" con el resultado. "My Pure Land" "pertenece al Sindh y a Pakistán", afirmó. "Es un  honor para mí."