“A Borges nunca le gustó Rabindranath Tagore”, afirma Víctor Banerjee desde la seguridad de haber recorrido los laberintos del universo borgiano. La admiración del actor indio es tal que en un reciente viaje a Suiza, visitó Ginebra con el único propósito de llevar flores a su tumba. Simplemente adora a Borges y, a través de sus cuentos, siente una conexión especial con la Argentina. Un vínculo espiritual que acaba de afianzar con la filmación en Buenos Aires de las últimas escenas de “Pensando en él”, la nueva película del director Pablo César, que recrea la sugestiva relación entre el máximo poeta de la India (a quien interpreta) y la escritora Victoria Ocampo. “Los argentinos conocen a la India por el yoga, saben que es un país religioso y les gusta nuestra comida. Por eso, una de las cosas que me gusta de esta película es que mi papel no es el Tagore de la India, sino el Tagore que se conoce en la Argentina”, explica Banerjee, en una entrevista en la que su calma sólo se verá alterada al escuchar la palabra “Bollywood”. - Usted trabajó con directores como Roman Polanski, James Ivory, Jerry London, Styajit Ray y Mrinal Sen, por citar a algunos. ¿Cómo fue la filmación en la Argentina? - Estuvimos cuatro semanas en la India y otras cuatro en Argentina. Pablo (César) es un director muy interesante y para un actor es importante darse cuenta que no siempre se puede ser el centro de atención. Porque nuestro ego es muy grande. Es por esta necesidad de entender que las cosas no siempre giran a nuestro alrededor que me gusta tanto esta película. Lo que amo es que todo gira alrededor de la figura de Victoria Ocampo (interpretada por Eleonora Wexler). Es un filme completamente argentino. - ¿Cree que será bienvenido en India? - Es que en India no va a gustar. Va a ser una película que va a gustar en la Argentina. En mi país nos gusta criticar todo, somos muy difíciles de satisfacer. - Cuesta creer que rechacen algo sobre Tagore. - Tagore no está de moda en India. Recuerdo que hace dos años se hizo un seminario sobre la importancia de los cambios sociales que impulsó en India. Porque más allá del romanticismo de su poesía, era un hombre que pensaba en los más humildes. Y precisamente, esta película también se refiere a sus reformas educativas.
"Más allá del romanticismo de su poesía, Tagore era un hombre que pensaba en los más humildes e impulsó muchos cambios sociales en la India, como su reforma educativa".
- ¿Cree que este costado de Tagore es lo suficientemente conocido? - Lo que ocurre me hace acordar cuando en Gran Bretaña buscaron a las figuras más importantes de su historia. Como era previsible, todos eligieron a Shakespeare, pero yo dije que mi preferido era Newton, a quien todos conocen como hombre de ciencia pero ignoran que escribió muchísimo sobre teología. Esto se mantuvo siempre oculto porque los ingleses creían que se había convertido en oriental al plantear el concepto de una línea de tiempo cíclica y cuestionar la tradicional línea de tiempo de Hawkings. Newton tenía un lado apasionante. Y Tagore también lo tiene, pero claro, no es tan conocido. - ¿Qué sabía de la relación entre Tagore y Victoria Ocampo antes de filmar esta película? - Es una historia conocida en India. Ustedes saben que Victoria descubrió a Tagore a través de una traducción al francés del “Gitanjali”, una de sus obras más difundidas. Victoria era una mujer con una mente muy abierta y descubrió en el “Gitanjali” algo abstracto que le proponía otra mirada desde lo filosófico. Todo lo contrario de lo que ocurrió con Borges, a quien nunca le gustó Tagore. - Antes dijo que en India suelen cuestionar todo, ¿Qué opina sobre el cine de Bollywood? - Lo odio. - ¿Porqué? - Es una cultura que no representa a la India. Es muy popular, es verdad, pero es como un cáncer que va creciendo y contaminando todo. - ¿Cómo explica la popularidad de este tipo de cine? - Porque es como las drogas, al principio les dan un poco y luego todos se convierten en adictos. Bollywood representa la degeneración de todo. Ha creado un nuevo sistema de valores baratos en el que es denigrado el respeto hacia las mujeres. La música y los bailes son vulgares. Y la pobre gente mira todo esto y se degeneran sus valores. - Pero, en algo se deben sentir representados. - En Bollywood debes lucir hermoso todo el tiempo y así no es la verdadera vida en India. Lo más graves es que la gente pobre cree que eso que está viendo en el cine es la verdad. En India no tenemos esa clase de violencia que muestran algunas películas. No vivimos como si estuviéramos en Terminator.
Pablo César, un vínculo entre culturas Son dos historias en una. La contemporánea comienza en un instituto de menores, donde el descubrimiento de un nuevo modelo de enseñanza creado por Rabindranath Tagore, sirve como excusa para recrear el encuentro entre el poeta indio y Victoria Ocampo en 1924 en Buenos Aires. “Quise establecer una conexión entre esa historia tan llena de pasión y admiración entre Tagore Y Ocampo, con el nuevo modelo de escuela que el poeta fundó en Santiniketan, proponiendo un replanteo de las habilidades de los alumnos y otra forma de relacionarse con la naturaleza”, señala Pablo César, el director de “Pensando en él”. La película se encuentra en pleno proceso de pos-producción y su estreno está previsto para mediados de agosto de 2017. Es la segunda coproducción con India que realiza Pablo César, además de las otras seis películas que filmó con el apoyo de naciones africanas. “Mi propósito - explica - es vincular nuestra cultura con otras que no son tan conocidas y que creemos no tienen nada que ver con nosotros, cuando en realidad ocurre todo lo contrario. Los seres humanos son los mismos. Sienten igual”. -¿Qué diría si tuviera que “vender” la película al público argentino? - Les diría que se van a sentir atraídos por las dos historias que contamos. Por un lado se habla de la educación, un tema que sigue pendiente en nuestro país, y por el otro vamos a contar una historia que muchos no conocen. Quizás, muchos vayan al cine por la historia moderna y ahí podrán descubrir la maravilla del encuentro entre Tagore y Victoria. Publicado en Tiempo Argentino Foto: Diego Paruelo