El rap “no puede callarse” en Turquía

Cantantes y músicos se han convertido en los nuevos militantes de la denuncia social. Critican desde la violencia de género a las desigualdades en la educación. El video de las 20 millones de visualizaciones.
Fuente AFP - 2019-09-20
En una Turquía donde las voces disidentes se esfuerzan por hacerse oír, un video de rap de 15 minutos con tono militante provoca sensación en las redes sociales.

Una semana después de su estreno, el video de la canción "Susamam" (No puedo callarme) tuvo más de 20 millones de visualizaciones en YouTube, una audiencia poco común para este tipo de música en Turquía.

En este videoclip, una veintena de cantantes y músicos abordan por turnos y con palabras muy críticas, temas que van desde la contaminación hasta las desigualdades en la educación, pasando por la violencia conyugal y la crueldad hacia los animales.
"Una chispa se enciende. El tiempo dirá si perdurará", afirma uno de los raperos, Samet Gonullu, conocido como Sokrat St.
Pero el pasaje que más ha marcado al público es el que evoca la libertad de expresión y el estado de derecho. El rapero Saniser, cuyo verdadero nombre es Sarp Palaur, dice: "Tengo demasiado miedo de enviar un tuit, tengo miedo de la policía de mi propio país".

Un estribillo que resultó ser premonitorio. Sólo unas horas después del lanzamiento del video, Canan Kaftancioglu, una líder de la oposición en Estambul, fue condenada a casi diez años de prisión, por tuits considerados insultantes sobre el presidente Recep Tayyip Erdogan. Kaftancioglu, en libertad provisional, compartió la canción en su cuenta de Twitter con este mensaje: "Yo tampoco puedo callarme".

Una chispa

El video se abre con una voz en off que indica que la música entretiene, pero también puede "cambiar las cosas". "Obviamente no es posible cambiar a toda la sociedad con una sola canción, pero creo que cuanta más gente podamos reunir a favor de nuestra causa, mejor será", confía uno de los raperos, Samet Gonullu, conocido como Sokrat St. "Una chispa se enciende. El tiempo dirá si perdurará", añade.

Para Dogan Gurpinar, historiador de la Universidad Técnica Estatal, la canción representa una nueva esperanza entre los opositores liberales al presidente Erdogan, que se han sentido impotentes en los últimos años, ante un poder acusado de deriva autoritaria.
"Es muy extraño que nos pongan en la misma categoría que grupos terroristas y acusarnos de ser parte de una conspiración", respondieron los raperos al gobierno turco.
La oposición parece haber recuperado el ánimo después de que una de sus estrellas en ascenso, Ekrem Imamoglu, derrotó en Estambul al candidato de Erdogan en marzo y luego en junio (tras la cancelación de la primera votación en condiciones controvertidas). "El clima político ha ofrecido un rayo de esperanza y agudizado las ganas de quienes quieren actuar", estima Gurpinar. Para él, Susamam "no es una rebelión sino una señal de optimismo".

Extraño

El éxito del videoclip parece irritar al partido gobernante AKP. "El arte no debe servir de instrumento de provocación y de manipulación política", dijo uno de sus vicepresidentes, Hamza Dag. 

El periódico progubernamental Yeni Safak ha afirmado incluso que el video es "una coproducción de terroristas kurdos" y de miembros de la organización acusada de haber instigado el golpe fallido contra Erdogan en julio de 2016. "Una broma", replica Sokrat St, que afirma que los raperos no temen posibles represalias. "Es muy extraño que nos pongan en la misma categoría que grupos terroristas y acusarnos de ser parte de una conspiración", afirma.

La única rapera del video, Deniz Tekin, trata el tema de la violencia doméstica mientras desfilan imágenes de Emine Bulut, asesinada en agosto por su ex esposo que la apuñaló en el cuello después de una pelea en un café delante de sus hijos. "No creo haber dicho lo suficiente en el video porque no es un tema que pueda ser abordado en 30 segundos", dice.