La pesadilla de Bollywood

Los “casting sábana” y abusos sexuales en el cine de la India convierten la “fábrica de sueños” de miles de aspirantes en un verdadero infierno. El caso de la actriz Malhaar Rathod y el #MeToo.
Fuente: AFP - 2020-01-21
A la aspirante a actriz Malhaar Rathod sólo le tomó un minuto darse cuenta lo que el veterano productor de cine indio le estaba insinuando que hiciera. La adolescente sólo necesitó un minuto para descubrir las verdaderas intenciones de aquel hombre de 65 años, que intentaba aprovechar su situación de poder. La respuesta fue inmediata, Malhaar abandonó la habitación y desbarató lo que pudo haber sido otro caso de abuso sexual en la millonaria industria cinematográfica de Bollywood.

"Dijo que tenía un papel para mí y seguidamente me pidió que levantara mi blusa. Yo no sabía qué hacer", dice la joven, que ahora tiene 25 años y es una figura reconocida de la televisión india.

Su experiencia con la tristemente famosa "casting sábana" de Bollywood ilustra los desafíos que enfrentan innumerables aspirantes a celebridades que intentan encontrar un lugar en el cine indio.

India es el mayor productor de películas del mundo. Con aproximadamente 1.800 lanzamientos por año en una variedad de idiomas locales, su producción es mucho mayor que la de Hollywood. Sus estrellas más famosas son adoradas como semidioses.
"Dijo que tenía un papel para mí y seguidamente me pidió que levantara mi blusa. Yo no sabía qué hacer".
Nacidos y criados para convertirse a su vez en estrellas, los hijos de personas famosas reciben un impulso especial y generalmente comienzan en roles personalizados. Pero para las decenas de miles de personas anónimas que intentan entrar a la industria, la fábrica de sueños puede convertirse rápidamente en una pesadilla.

Todo principiante en Bollywood descubre la frustración de las entrevistas y los rechazos en cadena; debe gastar una fortuna para hospedarse en una de las ciudades más caras de la India o incluso pagar una suscripción en un gimnasio para moldear un cuerpo considerado ideal.

"Es muy difícil tener éxito en Bollywood si no tienes relaciones. Nadie te ofrecerá un apoyo, tienes que jugar pequeños roles y elevarte con la fuerza de los brazos", explica el actor Paras Tthukral, quien solo apareció en dos programas de televisión y algunas películas desde que se mudó a Mumbai en 2008.

La historia de Rathod es muy diferente. Desde el incidente con el productor, se ha convertido en una cara familiar para los espectadores indios, actuando en la exitosa serie "Hostages" y apareciendo en anuncios de cosméticos de marcas internacionales como Garnier y Dove.
"Estoy tan feliz de que #MeToo llegó hasta aquí; antes de eso, las cosas seguían su curso y nadie hablaba de eso".
Rathod espera algún día aparecer en la pantalla grande, la consagración suprema, como las estrellas Preity Zinta y Deepika Padukone quienes, como ella, comenzaron su carrera en Bollywood a través de la publicidad.

Ella es consciente de la fragilidad de su relativo éxito. "Esperar respuestas para los roles me ha dado muchas noches de insomnio", explica, aunque ahora recurre a la oración y la meditación para tratar de calmar su ansiedad. "No puedes tener demasiadas expectativas, de lo contrario estarás perpetuamente decepcionada", agrega.

Porque en Bollywood por cada "historia de éxito" hay decenas de miles de personas que quedan por el camino.
 
"Me convertiré en alguien"

Director de casting, Girish Hule ha observado desde 2014 un fuerte crecimiento en el número de candidatos para los roles que ofrece. "Incluso tuve médicos e ingenieros que dejaron un trabajo estable solo porque querían convertirse en actores", dice.

Esas personas "pasan años enteros esperando la oportunidad de abrirse paso. Hay gente que toma otros trabajos en la industria, trabajando como estilistas, asistentes de directores o casting", explica.

"En algunos casos, las personas pasan cinco años, se presentan en 500 audiciones y nunca obtienen un papel", agrega.

Detrás de la ostentación y el glamour, los caminos de la gloria siguen plagados de trampas, ya sea en la forma de productores libidinosos o meses de desempleo.

"Al principio, cuando alguien se portaba mal conmigo, tenía demasiado miedo incluso de contarle a mi madre, porque pensé que mi familia me impediría continuar mi carrera como actriz", dice Rathod.

"Estoy tan feliz de que #MeToo llegó hasta aquí; antes de eso, las cosas seguían su curso y nadie hablaba de eso", dice, refiriéndose a varios casos de acoso sexual en la industria del cine, escándalos que ahora ya llegaron a la prensa.
"Ahora los hombres se han vuelto  más cautelosos", reconoce.

Para Tthukral, actuar es como una droga. "Mis padres no entienden mi estilo de vida, solo quieren que me establezca y asuma sus fondos", comenta. "Una parte de mí también quiere eso, sería una vida más fácil", añade.

Pero incluso en Nueva Delhi, su cabeza todavía está en otra parte, en Bollywood. "Volveré cuando haya ganado algo de dinero", dice. "Me convertiré en alguien. No sé cuándo ocurrirá, pero sucederá", repite.