Narración delicada y conmovedora de los últimos años en la vida de una mujer que zozobra en la senilidad, "Mi madre" es probablemente la obras más bella, emotiva y personal de uno de los autores clave de las letras japonesas del siglo XX, candidato al Premio Nobel de Literatura. En unas páginas autobiográficas inolvidables, Inoue plasma con sobrio lirismo el imparable proceso que lleva a su madre a desvanecerse en vida, a fallecer de mil pequeñas maneras antes de cruzar los umbrales definitivos de la desaparición.
Inoue es el escritor más puro y secreto del siglo XX. Mi madre, su conmovedora novela autobiográfica, es un dechado de delicadeza y de tragedia contenida (L´Express).
Ésta es, a fin de cuentas, una historia tan vieja como el mundo, una prueba por la que casi todo el mundo ha de pasar: ser testigo de la muerte de aquellos que le dieron la vida, y antes, padecer el trance de ver cómo la edad convierte a los progenitores en niños indefensos en brazos de sus propios hijos, de pronto devenidos padres, cuidadores. Inoue trata el tema con gran sutileza, deja espacio y tiempo a los hechos, los detalles, los pequeños momentos, que brillan aquí y allá a lo largo de ese declive, otorgándoles una humilde solemnidad. Más allá de las sombras que se proyectan en él, "Mi madre", es en realidad, un libro lleno de amor que se erige, en última instancia, en un canto imperecedero a nuestra finitud, a nuestra fragilidad y a la eterna e ineludible figura de la madre.
La traducción es de Marina Bornas.
Yasushi Inoué (1907-1991) fue uno de los más prestigiosos novelistas japoneses del siglo XX. Académico, vicepresidente del Pen Club Internacional, mencionado en numerosas ocasiones para el Nobel, su extensa obra podría dividirse en dos períodos: el que se ocupa de la sociedad contemporánea y el que resucita el pasado mediante grandes frescos históricos. Ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Premio Akutagawa (llamado el Goncourt japonés) en 1950 por La escopeta de caza.