En honor a su madre, un emperador de la dinastía Ming mandó construir en Nanjing, su capital, un templo budista que incluía el edificio más maravilloso de aquel mundo, la Pagoda de Cristal del Gran Templo Bao'en. Más de cien mil súbditos trabajaron diez años para terminarlo, en 1422, 70 años antes de que Colón equivocó una isla del Caribe con Asia. Uno de los supervisores de la obra fue el eunuco Zheng He, que llegó a América también antes de Colón.
En 2010 Wang Jianlin, un hombre de negocios, donó mil millones de yuanes para la reconstrucción de la pagoda.
El emperador se enteró de que habían torturado y asesinado a su madre y llamó al templo con la pagoda “Pagar una deuda de gratitud”. El emperador, como su dinastía y cómo la dinastía Tang, era budista. La pagoda tenía unos cien metros de altura, nueve plantas, las paredes exteriores eran de ladrillos de porcelana blanca, cada uno con una pequeña estatua de Buda en el centro. Cada planta tenía el mismo número de ladrillos, pero a medida que las plantas se hacían cada vez más pequeñas, los ladrillos también se hacían más pequeños.
Tardaron diez años en construir el legendario templo, con el trabajo de más de cien mil hombres.
Templo y pagoda fueron destruidos durante la Rebelión Taiping a mediados del siglo XIX, cuando sitió Nanjing durante diez años liderada por el profeta Hong Xiuquan, harta de la miseria a que la dinastía Qing sometía al pueblo. En 2010 Wang Jianlin, un hombre de negocios, donó mil millones de yuanes para la reconstrucción de la pagoda. Hoy el sitio evoca la adoración majestuosa que arde en el pasado eterno. Las adolescentes se visten de orgullo de que sus antepasados hayan hecho estas cosas.