Se presentó este martes en la Feria del Libro de Buenos Aires el libro “Ahora bien”, una recreación de los encuentros entre el poeta chino François Cheng y el psicoanalista francés Jacques Lacan ficcionalizada por el escritor y periodista Camilo Sánchez. Cheng emigró a Francia en los años ’50 del siglo pasado, aún vive y es académico, escritor, traductor y calígrafo sinofrancés, miembro de la Academia Francesa. En la presentación, la médica y psicoanalista Beatriz Taber señaló que sus encuentros con una de las mayores figuras mundiales del psicoanálisis como Lacan ocurrieron hasta los años ’70 en París y que el libro funciona como mamushkas rusas donde diversos ancontecimientos van entrando uno en otro en una espacialidad que abarca la capital francesa, Buenos Aires y China. “La verdad tiene estructura de ficción”, recordó la presentadora esa frase de Lacan para referir el libro del también autor de la novela “La viuda de los Van Gogh”, “La Feliz” y “Haroldo Conti: biografía de un cazador”.
“Lacan dice, en un momento de su enseñanza, que él no sería Lacan si no hubiera estudiado chino alguna vez" (Camilo Sánchez)
Taber valoró en especial el trabajo de Sánchez (un “libro rizomáico y de fragmentos intensos”, dijo) en cuanto a “entrar en la subjetividad, en la intimidad de Lacan”, lo cual pese a muchos textos que hay sobre el psicoanalista no se había abordado hasta ahora de ese modo. Por su parte, Lelia Gándara, experta en literatura china, comentó que “Ahora bien” es un libro “poblado de personas/personajes (en efecto aparecen Ricardo Piglia, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, Paul Demiéville, Catherine Millot, además de clásicos chinos) de la escena intelectual de aquella época, lo que va armando un puente entre Argentina, Francia y China”. El encuentro entre Cheng y Lacan “resuena por las semióticas, las culturas, las poéticas en contacto”. Para Gándara, dos momentos que estructuran el libro son la primera etapa del acercamiento de Lacan al mundo chino, cuando su estudio fue un “refugio” ante la ocupación nazi de París, y otra algunas décadas después, ya con Cheng como interlocutor, como “búsqueda” de un lugar para pensar de otro modo, “desde otro lugar que nos sea más desafiante e incómodo, como la heterotopía de la que nos hablaba Foucault”.
“François Cheng vive aún en París. Cuando aparece, poeta mayor, soberano de mil batallas, lo hace bajo un soplo luminoso" (Camilo Sánchez)
Sánchez, por su parte, agradeció a quienes colaboraron con su libro, en especial a la editora Silvana Perl, y rescató que el sello editor El Bien del Sauce, que él mismo dirige, ya publicó con este 55 libros, “sin contrato con ningún autor, porque la palabra tiene valor”. En una entrevista con DangDai (revista de la que fue uno de sus fundadores en 2011), y que está incluida en la edición Nº 42 de este otoño 2024, el escritor y poeta marplatense señala que “Lacan dice, en un momento de su enseñanza, que él no sería Lacan si no hubiera estudiado chino alguna vez. Entiendo que lo dice a la manera de que, en lo posible, solo se deben emprender aquellas cosas que te llevan al mejor puerto de uno mismo. En mi caso, este libro es más o menos eso”. Y sobre Cheng, a quien homenajea en el libro: “François Cheng vive aún en París. Cuando aparece, poeta mayor, soberano de mil batallas, lo hace bajo un soplo luminoso. A los 94 años, en su libro más reciente, escribe sobre el destello final del alma y deja sobre la mesa preguntas de alta perplejidad, y siempre tiene a mano alguna frase de las que tocan el cuerpo con la leve descarga de una brisa”.