Viaje a los callejones de la tradición china

Se llaman “hutongs” y, durante siglos, fueron la base de las ciudades chinas. En Beijing hay 25 callejones protegidos, que resisten la presión urbanística y preservan tradiciones previas a la Revolución Cultural.
Fuente: eldiario.es - 2017-12-05
Cada vez quedan menos. La fiebre modernizadora que azota a Beijing se acentuó de manera exponencial en los años previos a la celebración de los Juegos Olímpicos de 2008 y los antiguos Hutongs de la capital fueron los grandes damnificados. El Hutong, por propia definición, es un ‘callejón estrecho’ y, durante siglos, fue el elemento fundamental del urbanismo histórico chino y, por lo tanto, de la arquitectura tradicional. 

Las ciudades chinas se organizaban en torno al ‘Siheyuan’, agrupaciones de casas agrupadas con un gran patio central en la que se ubicaban los elementos comunes (cocinas, sanitarios, etc). Las familias más ricas vivían cerca de las áreas palaciegas (como la Ciudad Prohibida) y sus barrios se planificaban con calles anchas. 

En las zonas más alejadas al centro (en las que vivían las clases populares) los Siheyuan se agruparon en callejones irregulares formados por casas de una sola planta en las que dominan el ladrillo gris, la madera y las tejas. Estos son los tradicionales Hutongs, los barrios tradicionales de Beijing.
Durante siglos, el hutong fue el elemento fundamental del urbanismo histórico chino y, por lo tanto, de la arquitectura tradicional.
La revolución urbanística en Beijing ha ejercido una enorme presión sobre estos barrios tradicionales, aunque las autoridades locales han hecho un esfuerzo para tratar de frenar su destrucción. Hoy, 25 Hutongs están protegidos y se están convirtiendo en activos centros turísticos en los que, aparte del propio patrimonio histórico y artístico, también se han abierto tiendas de artesanía, restaurantes y alojamientos.

Gulou Hutong: Se encuentra en pleno centro histórico de la ciudad y muy cerca de las torres de “La Campana” y “El Tambor”. Pese a estar a poca distancia de la Ciudad Prohibida no es de los más visitados por los turistas. El barrio, uno de los más extensos de la ciudad, se articula en torno a la calle Gulou, que da nombre a la zona. A ambos lados de esta calle se abre un sinfín de callejones bien conservados en los que empieza a florecer un rosario de hostales, casas de huéspedes y restaurantes tradicionales. En la propia Gulou se encuentra la Torre del Tambor y un par de cientos de metros más al norte está la Torre de La Campana, dos de los monumentos más importantes de la ciudad .
Las ciudades chinas se organizaban en torno al ‘Siheyuan’, agrupaciones de casas que estaban agrupadas con un gran patio central.
Guozijian Hutong: También conocida como calle Chengxian es una de las más importantes del casco histórico por albergar el Templo de Confucio, que tiene encima más de 600 años de antigüedad y es uno de los edificios históricos más importantes de china. Hoy la calle Gui Jie es un lugar repleto de restaurantes y por la noche es famosa por sus farolillos rojos. Como sucede en otros barrios históricos de la ciudad, las manzanas son regulares y las grandes casas alternan con museos, antiguas librerías y tiendas de productos artesanales. 

Parque Beihai: Justo al norte de la Ciudad Prohibida se encuentra el Parque Beihai, una de las grandes joyas de la ciudad. Antiguos jardines imperiales que cuentan con una buena colección de templos, pagodas y pabellones de la antigua realeza china. Al norte del parque hay una buena superficie de ‘Siheyuan’ en perfecto estado de conservación que forman la mayor superficie de barrios medievales de la ciudad. Los callejones más interesantes son los de Chihui, Lianziku o Sanyanjin. 

Hutongs de Quianmen: Ubicado al sur de la Plaza de Tiananmen, Dashilan no cuenta con un pasado honorable, pero es el epicentro de la ‘revolución hipster’ de Beijing. La zona residencial de Quianmen albergó, durante siglos, el ‘barrio rojo’ de la capital imperial china y también la mayor parte de los teatros de ópera. Al contrario que sucedía en el norte, las manzanas de casas de la parte sur de la ciudad (donde vivían los sectores más populares) crecieron de manera desordenada creando un verdadero laberinto de calles. Hacia el este, sobreviven los Hutongs de Qunzhi, Bada o Dajiang.