Más allá del nuevo libro de Arundhati Roy, en la India y un puñado de países existe una estructura estatal que se ocupa de la felicidad de los ciudadanos. ¿Cómo funcionan? ¿Existe un índice de felicidad?

La historia de la espía chino–japonesa que se convirtió en mito antes de la Segunda Guerra Mundial. Bisexual, se casó con un príncipe mongol y fue vinculada al emperador chino Puyi. Jugó un rol clave en la invasión japonesa a Manchuria.
Más allá del nuevo libro de Arundhati Roy, en la India y un puñado de países existe una estructura estatal que se ocupa de la felicidad de los ciudadanos. ¿Cómo funcionan? ¿Existe un índice de felicidad?
Millones de hindúes acuden a Allahabad por festival Magh Mela. Entre la multitud, el asceta Shiv Yogi Moni Swami realiza sus ritos y luego se sumerge en el Ganges para limpiar sus pecados. Es la historia de un hombre santo.
Está compuesta por más de 4700 libros que fueron recuperados de la basura por los propios recolectores en sus horas de trabajo. Se pueden encontrar obras del Nobel Orhan Pamuk hasta la saga completa de Harry Potter.
Los diseños hacen referencia a la historia y cultura de cada municipio, aunque en algunos casos se eligen ilustraciones de Hello Kitty para despertar la atención de los niños. Cómo surgió la idea.
Fue escrito por Shindō Nobuyoshi en 1900. A partir de una historia muy sencilla, refleja cómo se observaba la celebración de la Navidad en Japón, además de describir la vida rural en la era Meiji.
En India los llaman “gau rakhsak” y son capaces de linchar a quienes consideran que agreden al animal. "No es en mi nombre", afirmó la cineasta Saba Dewan, generando una corriente de repudio en la sociedad india.
Se llama Nagoro y se encuentra en la isla japonesa de Shikoku. En la actualidad tiene 379 habitantes: de los cuales 350 son muñecos. "Son como mis hijos", cuenta Ayano Tsukimi, la mujer que impulsó la insólita – y escalofriante – iniciativa.
“¿Dónde está el dios que adoráis?. Me respondieron que estaba en el cielo como Chukwu. Entonces les pregunté quién era aquel al que habían dado muerte, el que había colgado en el palo de madera fuera de la misión. Me explicaron que era el hijo, pero que padre e hijo eran iguales. Fue entonces cuando me di cuenta de que el hombre blanco estaba loco”
(fragmento de la novela “La flor púrpura”)